Un monjecito Budista, con sus límites y dones, había sido
elegido para servir el agua que muchos habían aportado ala mesa común. En un
momento se lo agradecieron. El recibió los agradecimientos dejando que estos llegaran a lo mas profundo
de su ser. El amor alimenta, sana, señala el caminar…
Después que muchos tomaron la palabra, el también quiso
agradecer. Entonces pidió un aplauso para todos los que habían aportado un poco
de su agua. Y en especial para el manantial del agua: el Espíritu Santo.
Dejando claro hacia donde tenemos que mirar, donde tenemos que buscar, y a
quien tenemos que agradecer…
Hay veces que para limpiar algo, hay que sacar todo para afuera, y lavar bien el piso...Unos cuantos se adelantaron para preparar el ambiente para el comienzo.Que lindo saber que hay una comunidad que me espera para construir juntos. Esta es parte de nuestra teología hecha vida: el trabajo comunitario, asumiendo los trabajos mas sencillos de barrido, lavado, cocina, cuidado de niños, música, chófer. Y por supuesto que hace mucho bien, en rueda o personalmente: sacar todo para afuera y lavar nuestra historia, nuestros afectos, nuestro recuerdo...
No hemos elegido buscar a Dios, encontrarnos en un palacio. Nuestro humilde templo quedo pronto para celebrar la vida, buscando que él haga el milagro de una buena fiesta con el mejor vino...
Otros y otras estaban en la cocina, y llego la hora de sentarnos ala mesa. Ya eramos un grupo de veinte en la casa común.. Mas tarde llegaron dos autos con diez, con tres argentinas: Maria de capital, del norte la Rioja, y la hermana Zulema del sur Neuquen. Sumándose mas tarde Nilo de Florianapolis Brasil, y de la Facenda, desde Uruguay, Brasil, Paraguay y Guatemala. A la hora de la celebración ya eramos unos cuarenta acampados de seis nacionalidades. Que mas se puede pedir para que sea un buen comienzo? Hubo gente que silenciosamente nos amo lavando los platos, otros prepararon los cantos. Un equipo la homilía y la celebración. Mientras el resto descanso, matearon, compartieron el baño en la playa. Y llego las 19 Hs. con templo lleno...
Nacho
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