En el caminar junto al pueblo en búsqueda del Reino de Dios; hacemos un alto en el camino para celebrar lo ya vivido y para alimentarnos para seguir camino.
Después del proceso de preparación de la casa- capilla, realizada por los Laguneros uruguayos y brasileros, con el apoyo de los primeros peregrino venidos de casi todos los departamentos del país, y delegaciones de países amigos, inauguramos el Campamento de Encuentro Teológico celebrando la misa.
La palabra bíblica fue el centro. Que nos relataba el primer milagro realizado por Jesús: la transformación del agua en vino, cuando este había faltado para continuar la fiesta. Impulsado por María, su madre y gracias al servicio disponible de algunos presentes.
Recordamos que nuestra Espiritualidad Cristiana, no es una evasión, ni olvido de nuestra historia ni de la realidad en que vivimos. Por lo tanto escenificamos los momentos de nuestra vida donde no falto el vino, la alegría. Ya sea por perdidas familiares, por problemas económicos o de salud, por complicaciones en las relaciones humanas, en el sentido de nuestra vida. Lo representamos con una jarra vacía.
Después, el mismo Espíritu Santo que alentó al salvadoreño, San Romero de América, venido desde los pueblos presentes Argentina, Paraguay, Brasil, Guatemala, Bolivia y Uruguay, nos regalo el vino nuevo. El mejor, en este caso traído desde la Rioja Argentina.
Esa representación, se tejió en abrazos con todos los presentes, como signo del Reino de Dios, que nos quiere regalar su infinita misericordia, para que seamos misericordiosos, encarnados en el pueblo en clave de liberación. Hicimos presente a todas las personas de buena voluntad, que aportan organizadamente un granito de arena para otro mundo posible, una tierra sin mal. Entre ellos recordamos al lagunero, Maestro Mauricio Vergara. Siendo muy fuerte el testimonio de Sara, melense lagunera que dios gracias por estar viva, después de las quimioterapias que le han hecho perder el pelo.
Unas quince personas tomaron la palabra para agradecer ser parte de esta fiesta. La Ultima fue Claudia Fleitas Oliveria, emocionada, emociono a todos. Terminamos con mucha alegría compartiendo unos panchitos de cena, gracias a la solidaridad de las colectas anteriores. Y se invito para participar el día que se pueda todos los días en las celebraciones alas 19 hs. En el templo del Campamento que concluirá con una festiva misa el sábado 23 a la misma hora. Todas invitadas / os.
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