Lunes 25 de enero 2016, día en que celebramos la conversión de San Pablo.
Ese hombre que cuando estaba al servicio del imperio del mal, era de los
mejores. Y en su búsqueda de Dios, en el encuentro con él, simbólicamente lo
recodamos como caído del caballo. Para un guerrero su caballo era una de sus
principales seguridades. La convección no fue inmediata, pasó por un largo
tiempo integrado a la vida comunitaria, donde no todos creían en su posibilidad
de conversión. Ese largo tiempo estuvo ciego, sin ver el camino a seguir y se
dejo servir y guiar por la comunidad….
Hemos finalizado el V Campamento de Encuentro Teológico en el Lago Merín.
Espacio donde buscamos encontrarnos con Dios.
Cada cual llego desde su realidad y con su realidad de diferentes colores,
ausencias y complicaciones. Nos encontramos entre nosotros, con la Palabra Bíblica
en el centro, buscándolo en la amistad, el amor, la felicidad… en otro tipo de relación
más fraterna. Y él nos recibió y acompaño, haciendo el milagro de la vivencia
en familia grande.
La Palabra Bíblica de hoy Marcos 16, 15 – 18 es de ENVIÓ, invitándonos a compartir lo vivido. Como nos decía Roberto Flores en la bendición de la misa
de clausura: “Somos como la Samaritana… nos hemos encontrado con un hombre que
sabe todo sobre cada uno de nosotros y con todo lo que somos: NOS AMA”.
Teniendo cinco fichas fundamentales para el encuentro con él:
* en lo
comunitario,
* donde los servicios mas humildes son fundamentales,
* su presencia en la Palabra Bíblica,
* en los mas débiles
* y en la eucaristía
que celebra la vida.
Con ese hombre es con quien queremos fortalecer nuestros lazos de amistad.
El es la fuente del Amor. A ese hombre llamado Jesús es a quien invitamos a
buscar, a quienes están en búsqueda de una vida diferente…
Al final de este encuentro, volvemos a nuestra realidad. Para unos cuanto
sin ver claramente el camino a seguir, pero confiados que estos vínculos, esta
manera de relacionarnos, es de Dios. Donde la solidaridad, la alegría, la aceptación
del diferente, se transforma en un tejido donde nada falta. Otro mundo es
posible…
“No sé qué haré de mi vida,
pero estoy bien consiente que ya no soy el mismo por dentro…
Con la experiencia de que hay un tejedor invisible,
que hace
milagros, si nos ponemos en sus manos”.
Entonces tendríamos que tener un solo deseo “escuchar la voluntad del
tejedor y dejarnos llevar por él”. Esto más de una vez será diferente a nuestros
deseos y los deseos de los que nos quieren… Pero quien se siente amado y ama, camina
con su amado, decide con él su destino…
Nacho
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