LA VISITA AL PESEBRE DE LOS REYES MAGOS, donde nació Jesús, es uno de los relatos bíblicos mas presentes en nuestra cultura occidental. Resaltando «el regalo» para los niños, comprado por los adultos. Transformándose en una noche «mágica» para los pequeños, preparando el pasto y el agua para los camellos de los visitantes. Esta noche los adultos nos permitimos volver a ser como niños, preparando este día especial para los más pequeños.
Habiendo un cuarto regalo que está bien claro en el relato: la libertad. Recordemos que los llamados reyes eran astrónomos, estudiosos, al servicio del imperio opresor de Herodes. Y cuando se encontraron con «el niño envuelto en pañales en una situación de extrema pobreza»… decidieron «cambiar de camino». Se liberaron de servir al opresor y si bien perdieron seguridad, ganaron en libertad. Se dedicaron a servir a Dios en los mas frágiles, y excluidos.
La libertad, el creador nos regalo a toda la especie humana. Es una de las diferencias fundamentales con los demás seres vivientes. Es tan grande la libertad dada, que podemos elegir al rey que queremos servir: nuestro ego, una persona, al imperio o al Dios nacido en navidad. Cada rey retribuye a sus súbitos con distintos regalos. Mi ego me da placeres. Una persona me puede regalar compañía. El imperio me da bienestar. Jesús me ofrece libertad… que será locura para el mundo, persecución de Herodes, y vida eterna. ¿Qué mejor regalo para los niños: un testimonio de búsqueda de la Libertad al servicio de los más pequeños?
Nacho
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