Vengo de una familia de gente de campo… y aprendí con ellos
a mirar y disfrutar de todo el paisaje. Incluso recordando los días de buena pesca
el día que no cae ni mojarra. Valorando lo más importante que era estar juntos
junto al río mas allá de la cantidad de pescados…
De ellos aprendí, a buscar en el paisaje pequeños detalles
de vida. Un brote en un árbol, el vuelo de una mariposa, el canto del agua en movimiento,
la visita de un colibrí… Disfrutando esos detalles, dejando que entren bien adentro
de uno mismo.
Con el tiempo me presentaron al amigo Jesús y en el encontré
al maestro del todo y del detalle. El Místico. Que descubre la vida en los empobrecidos
y pecadores, allí donde nada bueno podía salir… El que transforma el agua peorcita
en el mejor vino, para escándalo de los que se creen algo.
Las fotos del día, es un modo de oración que nos hace pasar
de “todo estuvo lindo”, a decir con palabras pequeños detalles. Nos hace
ahondar en algo, en alguien. Nos revela a nosotros mismo el decir. Y enriquece
a los demás.
No es fácil elegir una foto del campamento, elegí una, que
creo que fue de varios. Foto que habla del camino que vamos recorriendo, del
camino por el cual nos van llevando… Queriendo que la centralidad de nuestra
vida sea Jesús. Presente en la eucaristía y en los que él quiso quedar dicho en
Mateo 25.
Se me quebró la voz en ese momento… si le dejamos lugar a
Dios, el nos muestra su infinito Amor… se hace presencia, se hace abrazo, nos
regala el mejor vino… el del perdón y la alegría profunda…
Hace un rato paso Marcelo por acá, se corto el pelo,
diciendo que todo estuvo lindo, y mama le dijo: te dejo más lindo el
campamento arregladito … A mi me quedo la pregunta ¿Cuál es el pelo de mas, que tengo que
cortar, aprovechando la suave briza?... aunque después vuelva a crecer…
Nacho
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