lunes, 29 de octubre de 2012

ENCUENTROS PARA ENCONTRARNOS SIN ESPERAR NADA POR ADELANTADO

Pensando en los encuentros…
En cómo todos y cada uno de los seres con los nos encontramos se vuelven maestros, si nosotros sabemos verlos como tales…
En cómo una mayúscula en lugar de una minúscula, hace que el mundo sea distinto…
En cómo los mundos que vivimos se constituyen a partir de lo que nace cuando un otro se encuentra con otro Otro…Florencia
La ética y la cuestión del Otro Llamamos ética a la interrogación del sujeto sobre la finalidad de sus actos. Interrogación que lo sitúa, de entrada, ante la cuestión del Otro. […]
 Cuando hablamos del otro (en minúscula), designamos simplemente a un ser humano, un ser al que podemos tratar como objeto, al que podemos formar o seducir, al que podemos considerar como si sus actos y pensamientos fueran el simple resultado de las influencias que ha recibido.
En cambio, cuando hablamos del Otro (en mayúscula), evocamos una libertad que está en juego, una persona que osa, a veces durante un simple instante, hablar finalmente por sí misma, sin limitarse a lo que le dicta la presión social, el miedo al más fuerte o al más influyente, la inquietud de estar o no conforme. El Otro, en este sentido, es un ser que asume su alteridad. Por ello, el Otro es alguien que se escapa a todo poder y, especialmente, a mi poder sobre él; es un ser que no poseo, aunque lo encierre dentro de mis sistemas de interpretación, aunque lo manipule gracias a mis redes de influencia. El Otro es alguien que reconozco antes de conocerlo, alguien a quien saludo, con quien puedo correr el riesgo de una relación en la que no se juega nada por adelantado; el Otro, en otras palabras, es alguien a quien puedo encontrar, en el sentido propio del término. […]
En todo lo que digo, en todas las decisiones que tomo, en el seno de las instituciones que frecuento, ¿permito al Otro que sea, frente a mí, incluso contra mí, un Sujeto?, ¿acepto ese riesgo a pesar de las dificultades que ello comporta, de la incertidumbre en la que me sitúa, de las inquietudes que surgirán inevitablemente a cada paso?…
 Esta es, para nosotros, la cuestión ética fundamental. 
 Ph. Meirieu: La opción de educar. Ética y pedagogía, p. 10

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