jueves, 11 de octubre de 2012

"Vivir eternamente" Domingo 14/10/2012


Hace un buen tiempo que no compartimos algo de lo aprendido de las culturas indígenas que nos recibieron en Bolivia. Algo bien común en la tierra del chaco era ver llegar a los hermanos «Coya» en búsqueda de trabajo. Llegaban casi únicamente con lo puesto, se ubicaban en un alero de una casa y necesitaban pedir desde el agua hasta algo de comer. Con los años habían comprado la casa y tenían hasta un buen camión... Los muchos hijos que habían llegado de pies descalzos, cada uno tenía su trabajo en la empresa familiar o su propio negocio... Lo curioso era que muchos de ellos llegado determinado momento de la vida ponían en venta todas sus propiedades, y la sencillez de vida se veía a simple vista. Algunas voces del pueblo que siempre las hay «hablaban de quiebra financiera»... La verdad era que esta familia iba enviando el dinero de la venta de sus pertenencias a la tierra de sus padres y abuelos, en el alto, departamentos de la Paz o Cochabamba. Llegado el día del viaje, casi como habían venido «livianos de equipaje» emprendían felices el retorno a la tierra que los vio nacer para vivir tranquilos el resto de los días... Algunos celebraban la despedida ofreciendo una gran fiesta a todo el pueblo como modo de agradecimiento y hasta al cura invitaban para dar una bendición, y este aprovechaba para comer un buen asado de lechón y salteñitas...


La lectura bíblica del fin de semana nos presenta a un hombre que tiene un deseo: «Vivir eternamente». Jesús detiene su marcha, lo escucha y lo primero que le aclara es «que sólo Dios es bueno». Por lo tanto la vida eterna no es cuestión de separación entre considerados buenos y malos. Lo segundo es que Jesús le recuerda el camino de su propia religión. Este hombre quizás respondió con alegría, que ha procurado vivir en buena relación con Dios y con sus seres queridos desde muy joven. Con cariño Jesús lo miró a los ojos y le agregó una cosita más para vivir en la eternidad: «vete, vende todo lo que tienes y reparte el dinero entre los pobres y tendrás un tesoro en el cielo. Después ven y sígueme... al oír esto el joven se desanimó, pues era un hombre muy rico, y se fue triste... ( Mc. 10, 17 -31)

Estas palabras bíblicas demuestran porque los poderosos lo quisieron eliminar a Jesús, una religión solidaria va contra los acaparadores. Por eso son miles las religiones e incluso dentro de la misma hay diversidad, porque muchas tiene el deseo de «juntar gente» y para eso se amoldan a lo que la gente desea, ofreciendo desde salud, amor hasta un bienestar económico. Ofrecen la vida eterna a cambio de una colaboración económica, para el templo, culto o a cambio de algunos ritos religiosos o energías mágicas...

A mi me deja pensando si no sería bueno preguntarnos ¿de dónde venimos? ¿ dónde estarán nuestros antepasados ? y a la hora de Dios y desprendiéndonos de todo para ir invirtiendo en lo que será la posibilidad de vivir eternamente junto al que nos regaló la vida y todos los que han tratado como hermano al mas empobrecido, creyentes y no creyentes...

Jesús agrega: que es muy difícil para el hombre sin relación con el Dios verdadero el desapego del dios dinero... y habrá muchas sorpresas cuando los tenidos como últimos hoy en la sociedad serán los primeros en vivir la vida eterna y los que se ubican en los primeros lugares...
Nacho

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