sábado, 28 de septiembre de 2013

LA FIESTA DEL PERDÓN

"Que cada uno dé de si lo mejor que pueda dar..." Pedro Poveda
"...Nunca evaluarnos según los resultados,
el camino es la recompensa" maestro Tabarez.
Nos encontramos en el colegio, con el grupo de 5º año
para el retiro espiritual en preparación a la primera Comunión.
Comenzamos con un ejercicio de contemplación,
 escuchando los sonidos externos y los internos...
tomando contacto con los sentimientos y expectativas
 para esta jornada.
Reflexionamos el texto bíblico que narra la invitación de Simón el fariseo,
 que le hace a Jesús de comer en su casa,
siendo visitados por una mujer pecadora.
No faltaron los momentos de compartir el juego
el salto a la cuerda, compartido...
integrándose, los "más viejos" con los más jóvenes...
Llego el primer momento de compartir con nuestros padres,
mediante una carta que nos escribieron a cada uno....
Algunos ecos al leerlas: "mi mamá me dejó sin palabras..."
"qué lindo, hasta mi hermanito de cuatro años me escribió..."
"mi papá me dijo cosas que nunca me había dicho..."
"mi papá trabaja mucho y no tiene tiempo de hablar conmigo,
ahora me escribió unas cosas relindas..."
" me escribió mi abuelo, con el que me peleo mucho...
pero hoy me dijo algo muy lindo"
" me dijeron que Dios siempre está conmigo y que me quieren mucho"
" me dijeron que yo soy lo más importante para mi mamá y mi papá,
lo más lindo que les regalo Dios"
algunos nos emocionamos hasta las lágrimas y una niña dijo:
"a veces es necesario llorar para que nazcan las sonrisas en nuestro corazón"
Alguien agregó: "los varones también podemos llorar...
porque es muy importante expresar lo que sentimos"
¡y llegó la hora del almuerzo!
otra expresión del cariño que nos tienen nuestros padres
 y que nos expresaron  apoyándonos
a participar en este retiro y nos prepararon rica y abundante comida.
Luego de una larga sobremesa compartiendo nuestros sueños
 y deseos para la vida adulta, que fueron desde
ser astronauta, oceanógrafo,
donde la mayoría sueña con ser feliz sirviendo a los demás,
 interesando poco el tema del dinero.
Al levantarnos, aparecieron los voluntarios para juntar, limpiar, lavar...
dejando salir del corazón, lo más lindo del ser humano:
el servicio en los trabajos más humildes.
Y llegó el momento tan esperado:
celebrar el Sacramento de la Reconciliación,
la cancha cubierta por el radiante sol, fue el "confesionario natural"
la suave brisa confirmaba la alegría de Dios.
Llegaron los padres,
sorprendentemente todos los niños contaron con la compañía de algún familiar.
Entre todos fuimos contando a los padres, lo que hicimos desde el inicio del retiro
El Cirio Pascual era el signo de la presencia de Jesús en medio de nosotros
Cada niño, fue quemando la hoja que lo ayudó en la Confesión...
A su vez, los familiares de cada niño mientras que quemaba su hojita
los mayores soltaban sus manos como signo de liberación
 también de sus pecados.
Todos experimentando el perdón de Dios,
nos sentimos invitados a compartir el mismo pan.
... y no olvidar que Jesús siempre compartirá nuestra mesa,
siempre que lo invitemos... y no olvidar que no hay pecado
alguno que nos pueda impedir acercarnos a  El.
Nos comprometimos a intentar no olvidar
y poner en práctica la infinita misericordia de Dios.
bendiciéndonos con calurosos abrazos
Los brotes en estos niños están en flor,
 necesitarán la cercanía al "buen jardinero" Jesús,
que a veces riega y a veces poda...
quedando también los adultos invitados a profundizar
la amistad con El.

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