lunes, 16 de agosto de 2010

DESPUES DE LA MISION, EL REGRESO A LA VIDA COTIDIANA

      Cambiar nos EXIGE a todos, pero se puede.

Regalémosle, regalémonos esta esperanza.

   Despedimos  en fraile muerto a Sara, Glenda, Annalisa, Bernardo y Felipe camino a Montevideo y nosotros nos despedimos de las hermanas camino a Melo. Los encuentros en el Amor nos unen , las separaciones nos causan dolor. La FE nos da la ESPERANZA de volver a encontrarnos si continuamos en búsqueda del camino del Señor de la historia… En Fraile quedan las puertas abiertas para otra misión, compartiendo lo cotidiano, con los abuelos y el campo.

    De pasada por Melo hicimos leña, cargando la zorrita para llevarla a Rió Branco como alimento de la salamandra que nos da calor. Doña Dora cocino, almorzamos y viajamos.

   Ya de regreso en Rió Branco nos esperaba la lluvia y el frió. En la misión se dijo, que la lluvia seria un signo de bendición de Dios y así es…  Noelia y Maria descansaron  y arreglaron el apartamento. Al día siguiente teníamos misa en el colegio de las Mercedes. Los chicos contentos recordaban la visita de los misioneros. En plena misa Nacho se nos mareo y lo trajimos a la cama. Mal del hígado, recordaba a Tarcicio en Bolivia pidiendo manzana cocida. Ya esta bien.

 

Con lluvia nos fuimos a San Juan con los niños que se reúnen bajo el puente Maua, para merendar y hacer danza.   Cuando llegamos algunos niños ya estaban con dos personas adultas que los atienden y les quieren dar todo lo que no tienen afuera,( incluso el amor , el cariño.). Otros llegaron después. Como primera actividad tenían que hacer tortas fritas. Con Noelia sabíamos que son niños especiales porque su principal enseñante ha sido la calle y toda una gran serie de problemas familiares, afectivos y muchos otros…A la hora de mezclar los ingredientes y de hacer la masa, todo el trabajo se hizo en un gran caos. Algunos se empujaban, gritaban, tiraban las cosas, se golpeaban y agredían, unos saltaban sobre otros. Empezaron algunos a agitar un metal y se iban afuera. Cuando llego la hora de ir al taller de danza, la profesora contó con una sola alumna. Los demás niños no hicieron danza, jugaron un rato al domino, otros se bañaron  y algunos molestaron a la profesora y a la única alumna que se esforzaba por aprender. La profesora sintió tanta impotencia por la situación que no sostuvo las lagrimas y lloro profundamente por todo lo que se pierden los niños, ya que  los adultos no tenemos firmeza con ellos.

 

  Los adultos no decíamos nada. No pusimos límite de ninguna manera: ni en las actividades, ni en la hora de la merienda, ni en el comportamiento. Cada niño hizo lo que quiso. Esto es bastante peligroso en su integridad física y también emotiva. Entonces nos preguntamos,

 

¿Cuál es el cambio que le ofrecemos a estos pequeños, si en la calle ellos mal  encaminan sus vidas y aquí en la casita hacen lo mismo?

¿En verdad como podemos mostrarle que los amamos?

Humildemente pienso que todos debemos ser guiados, orientados. .A veces necesitamos quien nos muestre el camino correcto, que es el que nos lleva a caminar por  una puerta angosta (como lo  muestra Jesús, quien en varias ocasiones lo hace con firmeza.).

Humildemente creo que mostrar que amamos, no esta en dejar al libre albedrío que cada uno haga lo que quiera .Amar y mostrar que amamos también significa: exigir, limitar, ordenar.

 

Los niños son niños pero por ello mismo tenemos que darles lo mejor que podamos en  este lugar, que creo que es CAMBIAR  y no permitirles que cambien solo de espacio sino que cambien en su Modo de ESTAR. Sabemos que es un gran desafió porque aquí no caminamos por la puerta ancha y no obedecemos al camino mas fácil. Cambiar nos EXIGE a todos, pero se puede. Regalémosle, regalémonos esta esperanza.

                             Michi- Maria ,Rio Branco uruguay

 

 

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