sábado, 21 de agosto de 2010

Hojita dominguera 22 de agosto 2010

 

Ver la realidad:

                          La relación de trabajo, de amistad, de familia con otros, muchas veces nos despierta preguntas sobre el mal en este mundo. Una enfermedad grave y la muerte de un ser querido también nos cuestiona sobre la vida que llevamos y ¿que pasara después de la muerte. Hoy como iglesia católica celebramos el día del CATEQUISTA.

Persona llamada a conocer a Dios en una comunidad cristiana.

Invitada a experimentar su amor, perdón y propuesta de vida.

Persona que goza de estar en este camino,

dándole un sentido diferente a las dificultades y sufrimientos de esta vida.

Persona que siente el llamado de trasmitir con su vida este tesoro y

esta dispuesta a acompañar a otros a que lo descubran y profundicen esta relación de Amor.

Todo cristiano somos discípulos y misioneros de Jesucristo. Cada uno en su trabajo en el mundo y en la vida comunitaria cristiana. Hay catequistas, madres y padres que tienen el ministerio específico de regar y cuidar la Buena noticia de Jesús. Seria bueno recordar y agradecer hoy a aquellas personas que con su vida y enseñanza nos han hecho crecer en la fe. Gracias y feliz Día.

 

 

Iluminación Bíblica:

Carta a los Hebreos 12,5-7.11-13

Salmo 116 "Vayan por todo el mundo y proclamen el Evangelio"

Evangelio según san Lucas 13,22-30

 

 

Actuar cristiano

 La carta a los hebreos: Nos dice que a veces le hablamos mucho a Dios pero no lo escuchamos, la carta nos invita a ser como  niños que obedecen a su padre-madre, que quiere lo mejor para nosotros, eso es la Fe y Dios. La felicidad, la fecundidad, la salud verdadera exige cambiar, y el parto tiene su tiempo y dolores.

 

En el Evangelio según san Lucas:

 Alguien pregunta ¿Qué habrá después de la muerte? ¿La vida eterna o la muerte eterna?

Jesús aclara que la salvación o perdición no se define por la pertenencia a una Iglesia o a lo que digan nuestros labios. El reino eterno o la muerte eterna esta relacionado con la vida familiar, comunitaria y social ¿Soy bien o mal para los demás? Según los dones y bienes que he recibido. A quien se le ha dado más, debe compartir más con los demás. Somos administradores y no dueños de nuestra vida y de los vienes de la creación.

Misteriosamente muchos que hoy ocupan los últimos lugares en nuestra sociedad (discapacitados, empobrecidos, explotados…) serán los primeros en gozar de la Vida Eterna. Y muchos que hoy son reconocidos como importantes (religiosamente, o por sus riquezas y poderes) les costara más entrar en el Banquete del Reino.

Catequista somos cuando vamos poniendo nuestro corazón, nuestros dones y bienes en Dios, en bien de los más "débiles". Cuando el empobrecido, el sufrimiento, la soledad, el desprecio, la muerte significan algo distinto, la vida se nos trasforma en algo diferente.


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