miércoles, 29 de enero de 2025

APRENDIENDO SOBRE DIOS EN EL LIBRO DEL APOCALISIS

 

Integrantes del XXXI Curso Nacional de Formación Bíblica

El libro del Apocalipsis comienza así: Esta es la Revelación de Jesucristo; Dios quiso que enseñara a sus servidores, mediante esta revelación, lo que va a suceder pronto. Envió a su ángel para que se lo transmitiera en forma de visiones a su servidor Juan, el cual afirma que todo lo que ha visto es palabra de Dios y testimonio solemne de Jesucristo. Feliz el que lea en público estas palabras proféticas y felices quienes las escuchen y hacen caso de este mensaje, porque el tiempo está cerca. Juan, a las siete Iglesias de Asia...

Realmente es una gracia poder ser parte de este curso. Reafirmando la importancia de saber escuchar las invitaciones que nos hacen, poder creer que lo que nos pide Dios es un Si, y despues lo demas el lo da a su modo. Es bonito estar aprendiendo, de manera orante, compartiendo con personas de distintas diócesis, con distintas experiencias. Es muy bueno recibir, experimentando un cambio de vida aquí y ahora con los aportes recibidos, pero también tener en el horizonte el proyecto de compartir lo recibido y vivido, con otros.

La enseñanza principal que recojo de este libro es que: tenemos un Dios amoroso, que ama y se quiere relacionar con TODA la humanidad. Esa relación amorosa es personal con cada persona humana, con cada grupo humano, con cada iglesia. Por eso es muy importante buscar escuchar a Dios, escuchar su Palabra, dejarnos encontrar desde la verdad de nuestra historia y realidad personal y comunitaria. Ese Dios a unos felicitas, a otros alienta, y a otros corrige y alienta. A todos les plantea el camino de una vida mejor. Para Dios siempre hay esperanza. Entonces el desafío es crear espacios personales y comunitarios de ESCUCHA de la realidad y de Dios. Nadie tiene un celular con conexión directa a Dios, ni nadie puede decirle al otro lo que tiene que hacer. Todos necesitamos de escucharlo personalmente con otros, para que sea su voz  la que escucho y no la de mi ego o la proyección de otros sobre mi. 

Así es la relación de Dios en Jesús con nosotros: "Yo estoy a la puerta y llamo; si alguien oye Mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo. Al vencedor, le concederé sentarse conmigo en Mi trono, como yo también vencí y me senté con Mi Padre en Su trono. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. (Apocalipsis 3, 22 - 22).

Jesús es cercano y está dispuesto a encontrarse con nosotros; hay que buscar escuchar su voz; y abrir la puerta para recibirlo, puerta que solo tiene pasador por dentro, nadie la puede abrir desde fuera, solo cada uno desde dentro. Si lo dejamos entrar, el se sentara a nuestra mesa, y el mismo será el alimento de la cena. Dándonos la fuerza para seguir el buen camino, que al final tiene la recompensa de sentarnos en el mismo trono que Jesús, en una relación de igual ante el padre, como hijos amados que somos. 

Esto sí, nos dice a TODOS, pero lo escucharan los que tengan oídos abiertos a la escucha libremente, y disponibles a desprendimiento, para escuchar a Dios y dejar que entre en nosotros y nos guíe. Dispongamonos a escucharlo, en la realidad, en nuestra historia, en nuestros próximos, en la comunidad,en su Palabra, en la eucaristía. 

Canal YouTube Dirección:

Animación Bíblica de la Pastoral Comision Nacional Uy

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