La grandeza de Tarcisio es hacernos sentir grandes. En el encuentro con él, nos hacía descubrir los dones que se nos había dado para hacer el bien con los demás. Nunca ponía la mirada en nuestras carencias o errores.
El primer encuentro con Tarcisio, era con una sonrisa en un rostro silencioso. Con un cuerpo vestido con hábito franciscano, marrón claro, su camisa y pantalón.
- "Pase pase a la mesa", era su primera invitación y se ponía servir algo de beber y comer, en aquella cocina de Tekove Katu, sin puertas, donde todos podían entrar y sentirse en casa.
Sentado a nuestro lado en silencio, acompañando con un pan con aceite de oliva, una fruta, o un vaso de agua, atendía mil necesidades que por teléfono o presencial alguien le planteaba, culminando cada uno de esos problemas a resolver con un: - usted pude, busque los compañeros y compañeras que los hay, y lo podrán hacer.
Entre tantas solicitudes que tenía, el te hacía sentir que estaba contigo, con todo el cuerpo a la escucha. Solamente un niño nos podría dejar en segundo lugar.
De sobremesa preguntaba, se interesaba por de donde veníamos. Por la salud, educación, el agua, siembra, la organización.
Y después de escuchar aportaba, te hacía sentir grande diciéndote que tu podrías cambiar el mundo si te juntaba con otros...
Recordar su rostro, su sonrisa, su tu puedes con otro... hace brotar unas lágrimas y mirar al cielo agradecido de haberlo conocido... Ha ese hombre de una profunda conexión con el Dios de Jesús, amoroso, misericordioso, justo, liberador. Relación que la cultivaba en el silencio, la lectura, en el encuentro amoroso con el prójimo, en la eucaristía, en la escucha y transformación de la realidad.
Hoy, en el cielo entre nubes, o en un reflejo de sol, o una noche estrellada, después de llorar con nostalgia, las palabras del amigo Tarcisio nos dice: -tú puedes cambiar el mundo con otros... y ponerlo en práctica es la mejor manera de seguir diciendo su nombre.
Nacho Mburika
GRACIAS NACHO!!! A cambiar nuestro mundo para bien entonces!!! Gracias grandes a Dios y a Tarcisio...
ResponderEliminarGratitud infinita al Padre Tarcisio Gracias Nacho por compartir tu sentir y vivencias
ResponderEliminarLa vida es en comunidad unidos
Gracias .Nacho por este maravilloso viaje a la Bolivia que alguna vez nos acogió y de la que fuimos parte. Gracias por haberme invitado a aquel lugar que ma vivir esa experiencia que cambió mi vida , mis certezas y mis percepciones para siempre. Te amo Nacho!
ResponderEliminarAbrazo profundo a Tarcisio, quien vivirá siempre en tantos corazones ❤️
Soy Luján
ResponderEliminarQué bueno lo que escribiste sobre Tarcisio.
ResponderEliminarQue regalo haberlo conocido 🙏🏽💓
ResponderEliminarQuerid padre Nacho ..tengo duda no lo creo 🤦♂️🙏me enteré mediante Henry lo del Padre Tarcicio.🤦♂️😢
ResponderEliminarGracias padre Nacho ud también tiene un espíritu de servicio .. y gracias padre Tarsicio por todo lo que hizo en bien del. Necesitado
ResponderEliminarTarcisio, al recordar esa tu mirada interrogativa, propositiva "comunitaria", desde la entraña misma de mis retinas (de seguro nuestras) de la memoria histórica se hacen presente "haceres" nuestros, tuyos hermano; que después de dialogar experiencias en ese lugar cálido (cocina comedor) acompañados mucha veces de un cafecito colectivo se iba a la "casa grande" del Tecove Katu, a compartir saberes nuestros entre "todos"; en temas de: coyuntura, el pueblo guaranÎ, de la vida misma, la organización, el ché, Apiaguaiki tumpa, la masacre de Kuruyuki, la revolución armada, el estado de situación de los guaranÎ, las relaciones con los karai, el estado plurinacional... que al final siempre se lograban "conclusiones operativas", para ser aplicadas personalmente y sobre todo en la vida colectiva y comunitaria... Tarcisio siempre estuviste en lado correcto de la historia por muy pocos cuestionada, "haciendo, realizando comunitariamente" el vivir bien para acercarnos a la tierra sin mal, que muchas veces; sí!!! lo vivimos todos, demostrar de esta forma que otro mundo es necesario y posible hacer desde la educación popular, la formación en salud desde la cultura y la organización, la producción, la planificación desde abajo entre todos... aquí y ahora!!!. Decirte gracias hermano, gracias hasta pronto, vuela alto estás bien acompañado por nuestro "iyas", bendigan nuestro "haceres" a los que nos quedamos todavía continuando el trabajo nuestro, de tu pueblo.
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