miércoles, 14 de noviembre de 2012

Aclaración de González Faus sobre su entrevista en “La Diaria” (Obsur)


"...si les ayuda te remito esto que es más o menos lo que dije al final de la última charla. Les pediría que si hacen o dicen algo procuren no herir... Aquí van pues mis palabras, por si sirve:

1.- Considero al aborto claramente inmoral y así lo he manifestado siempre (ver p. ej. el cuaderno 65 de Cristianisme i Justicia (“El derecho de nacer. Crítica de la razón abortista”) y en el capítulo 12 del libro "Ese es el hombre" titulado: "Aborto signo de contradicción. Carta a una cristiana audaz"). Quien quisiera dedicar su vida a la defensa de los débiles e indefensos no creo que pueda pensar de otro modo. Por eso no creo contradecir para nada en este punto la enseñanza de la Iglesia. Como escribió san Agustín: "in necesariis unitas" (haya unidad en lo necesario).

2.- Pero no pertenece a la enseñanza dogmática de la Iglesia la tesis de que la Iglesia debe imponer su propia moral también a los no cristianos y además por legislación civil. Esta es una cuestión pastoral y en modo alguno dogmática. San Agustín y Santo Tomás no están fuera de la enseñanza de la Iglesia por haber defendido que un gobierno no tiene por qué penalizar la prostitución (que ellos consideraban inmoral por supuesto). Así mismo, la actual doctrina sobre la propiedad privada que domina en Occidente es radicalmente contraria a la enseñanza de la Iglesia sin que por ello trate la jerarquía de meter en la cárcel a algunos que son ladrones según la enseñanza moral católica. En este campo pastoral vale pues la segunda parte del dicho agustiniano: "in dubiis libertas" (libertad en lo que no está claro). Añado que lo mismo que dije en la entrevista lo he enseñado y escrito siempre en mi país sin haber sido desautorizado.

3.- El dicho agustiniano concluye: "in omnibus caritas" (caridad en todo). Por eso quisiera manifestar mi acogida fraterna tanto a unos censores que parecen poner su fuerza más en la dureza de las palabras que en la contundencia de los argumentos (haciendo creer que dije lo que nunca he enseñado), como a la dirección del periódico que no fue honesta conmigo: porque se comprometieron a enviarme el texto escrito antes de publicarlo, cosa que no hicieron, y porque recurrieron a unos titulares sensacionalistas que no respondían al tono de mis respuestas. No puedo menos de lamentar que hasta la prensa que se las da de izquierdas caiga en aquel nefasto principio norteamericano: "no permitas que la verdad te estropee un buen titular"... Démonos fraternalmente la paz.

4.- No conozco para nada la ley que se está discutiendo en Uruguay: tres semanas muy ocupadas en Montevideo no dan tiempo para ello. Por tanto, de ningún modo pude referirme a ella. Pero, por lo que he visto en mi país, da la impresión de que algunos obispos están utilizando la cuestión de la despenalización del aborto no como un problema pastoral sobre el que se debe arrojar luz, argumentar y dialogar, sino como un arma para derribar gobiernos que no les gustan. Pediría que se evite esa politización de un tema tan serio porque eso hace mucho daño a la Iglesia.

5.- Por lo que a mí toca, quisiera pedir al Señor que me alcance aquello que decía san Ignacio de Loyola cuando fue encarcelado injustamente por la Inquisición española en Salamanca: "no hay tantos grillos y cadenas en Salamanca que no quisiera llevar yo más por amor de Cristo". Pidan para que el Señor me lo conceda".

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