jueves, 8 de noviembre de 2012

Invito a los colibríes a compartir esta oración:


En este día quiero dar muchas gracias a quién nos creó para vivir en el Amor, en la fraternidad y nos dio la libertad para aceptarlo o no porque nos respeta.

En este día quiero dar muchas gracias a quien nos permitió encontrarnos para conocernos y querernos en él y para él, junto a él.
Quiero dar muchas gracias al dueño/a de la vida porque el fin de semana nos visitó Florencia, que se vino desde Florida para seguir entretejiendo encuentros, hilando vidas, haciendo y creando historia desde nuestra pequeñez, compartiendo su existencia y encontrando un poquitito de todo eso que busca, que buscamos… Y alegrándonos con su presencia en Río Branco junto a Dora a Nacho a las hermanas de la Doctrina Cristiana, a Justimiana, al abuelo, a Alba entre otr@s nos mantuvimos soñando y de repente construimos realidad junto a la creación…

Quiero dar muchas gracias porque como dice Ezequiel ( a quien conocí en ese pueblito de campo llamado Poblado Uruguay, junto a sus amiguitos y la comunidad que lo acompañaron juntos al cumplir sus 10 añitos en los que recordaba a su mamá está en Brasil) siempre está quien nos ama con amor de Madre-Padre y nos espera de brazos abiertos para abrazarnos aunque muy a menudo nosotros nos retiramos de esos brazos que nunca, nunca se cierran…

Quiero dar muchas gracias por la alegría y la pasión que sale del alma y llega a otras almas con la presencia de la unidad de la resurrección… Alegría por el cumpleaños, alegría por el relato de ciclismo en la imaginación de Nacho que nos hace ver que El Espíritu siempre canta, adora de muchas maneras, en diversos sentidos y si se está atento se siente la presencia de la vida que no se termina nunca como lo recordamos el 2 de noviembre junto a toda la comunidad cuando compartimos el pan y el vino.

Quiero dar muchas gracias porque Romina me habló de su presencia en el segundo encuentro teológico, el 12 de enero en la Laguna Merín en el que se manifestará porque los que se hagan presentes seguramente pondrán sus talentos y su servicio para construir el Reino…

Y quiero dar gracias por todas las personas de buena voluntad (que las hay en cantidad) por su trabajo y su quehacer cotidiano que sigue y persiste entre cansancios y alegrías y alientan todo caminar en bien de la humanidad sobre todo de la más doliente…
Muchas gracias María.

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