miércoles, 21 de noviembre de 2012

Las Comunidades Eclesiales de Base NO han muerto, a mi nadie me invito para su entierro. Gustavo Gutiérrez



Según hemos escuchado, dos comunidades de Base de Treinta y Tres, decidieron encontrarse para celebrar el año recorrido en sus dolores y alegrías, apoyándose para seguir andando nomas. Alguien expreso con su vos ¿Por qué no ampliamos la invitación a las demás? La propuesta de inclusión cayo en corazones abiertos y las llamadas telefónicas se extendieron por toda la ciudad. Y otra se inspiro en invitar al Nacho de Río Branco, lo cual también fue aprobado por las comunidades.

Como en todo proyecto de encuentro de las comunidades Eclesiales de Base siempre hay idas y venidas, porque no ser un movimiento paralelo a la pastoral de las parroquias siempre debe contar con el consentimiento de párrocos y demás. Ningún problema y total apoyo, lo único que se eligió cambiar de lugar para dar mas posibilidad de participación se eligió la Parroquia el Salvador.

Para mi fue un encuentro de experimentar que es la resurrección: es dejar el lugar y la gente donde uno esta para reencontrarse con la gente querida y otros que hacen nuestra historia. Es y fue un momento de muchas emociones juntas que despierta recuerdos muy hondos y confirman que el Amor permanece y otras cosas pasan… Nacho
El patio con las sillas en rueda fue el escenario para la celebración que comenzó a las 19 horas con miradas, sonrisas, abrazos, palabras, y hasta alguna lagrima. Continuo con unas palabras dedicadas al invitado de mas lejos: “Te enviamos como niño y vuelves mas maduro”. Una manera muy fraterna de decir que Nacho esta un poco mas viejo. Al cual lo habíamos esperado en el ómnibus y le complacimos el gusto de una pasada por la Laguna del Nelsa Gómez antes de llegar.
La palabra bíblica escuchada fue la del fin de semana, celebración de Cristo Rey. Partimos la reflexión comunitaria viendo que en toda época así como los hurgadores clasifican la materia prima y el mercado le pone precio, los seres humanos clasificamos a los seres humanos y le etiquetamos un valor. También Jesús Clasifico “poniendo a los últimos como primeros”.

¿Cuáles son los considerados Últimos hoy en nuestra población? Se compartió que eran los ancianos, los enfermos mentales, los drogaditos, los que están solos…

Se Ilumino volviendo al Cristo Rey, nacido, viviendo, y crucificado junto a los últimos. Por lo tanto presente de manera preferencial en esas realidades de exclusión de pobreza…

Lo reflejamos a nuestras propias vidas y comunidades y encontramos la buena noticia, de que vamos pasando en nuestra existencia de ser para los mas pobres a ser pobres. Muchas de las presentes tuvieron personalmente y comunitariamente tiempos de gran servicio en merenderos, en el barrio, en la capilla… hoy mas bien se esta necesitando ser ayudada encuanto a salud en cuanto a lo psicológico y encuanto a la fe y los afectos.

Ya no estamos al servicio de los crucificados sino más aproximados a ser parte de los crucificados. Según la palabra bíblica es “jodido” la cruz pero es el signo de la aproximación a la vida eterna…
La eucaristía nos dio sin que faltara para nadie y fuimos invitados a nunca, nunca dejar de acercarnos al altar, a la mesa del perdón del alimento para el camino, a la comunión eucarística.

La bendición la trasmitió la mas pequeña de las presentes, nos teníamos que agachar para que la niña nos trasmitiera la bendición de Dios, dolía las caderas… todo un signo de donde debemos buscar la bendición de Dios, la cual no viene de lo alto sino desde donde esta El, en los mas pequeños a nosotros mismos…
Como no podría ser de otra manera los abrazos de paz, los alimentos y el dialogo compartido no podían faltar. Fue una pequeña y profunda fiesta. Después siendo los últimos en despedirnos llevamos a los mas alejados al barrio Izas de León donde nos reunimos como comunidad. Y a había tiempo para un saludo mas y nos fuimos mas aya, al final de la ciudad y comienzo del campo, a reencontrarnos con la vida de aquellos que fueron niños y hoy son jóvenes en casa de la abuela Pola…

Un día de esos de plenitud, la plenitud se da en los buenos encuentros, incluso haciendo presente a los que están desde otra realidad. La plenitud se da en el tejido de lo inmanente con lo trascendente. Un vaso de jugo y uno de leche y a dormir contentos. A la mañana siguiente viajamos a Río Branco a los lugares de trabajo, la vida sigue pero estos encuentros son como manantial en el camino.
Gracias Doris Mendez

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