QUINTO DÍA DEL CAMPAMENTO:
Hemos visto que este tiempo del año es el mejor para la realización del campamento. Venimos de finalizar un año más y en el se cerraron algunas cosas para nosotros y para los que compartimos la cotidianeidad.
Venimos con diferentes experiencias algunas muy dinámicas, otras de continuidad o paralizantes; venimos a encontrarnos con Jesús aquí en el lago Merín.
Entre mates compartimos agradecidamente a quienes nos invitaron a participar, algunos respondieron al primer llamado; otros han sido invitados y recién ahora han llegado.
Todos para estar aquí tuvimos que superar algunos muros, desamarrar nuestros barcos, obstáculos y ataduras externas e internas.
En estos días de convivencia familiar nos hemos sacado los zapatos y al andar de chinelas o descalzos hemos visto y mostrado con autenticidad nuestras pisadas. Las del camino de nuestras historias y las del ser presente en este modo de relación comunitaria. Nos hemos descubierto y visto a los otros con fortalezas y debilidades, con heridas y abrazos.
En este grupo humano de pobres que ha venido con" termo por la mitad o casi vacío de agua"...venimos a encontrarnos con EL, FUENTE DE AGUA VIVA que es capaz de transformar muerte en vida nueva, quien alienta proyectos y enciende sueños, quien nos ama así como somos por lo tanto no son necesarias máscaras ni zapatos.
Siendo pobres entre los pobres con una vida sencilla y fraterna, llorando cuando hay que llorar y bailando a su tiempo. Con EL como centro hacemos experiencia de fe sanadora, maravillosa, incontable, misteriosa. Siendo lo que somos construyendo UN NOSOTROS.
Hemos sido sorprendidos por el regalo de la presencia de Mercedes Clara que nos acompañó a recorrer el camino de búsqueda realizado por Cacho Alonso. El cual desde su vocación en otro contexto, hoy ilumina nuestras vivencia actuales. Porque en sí todo ser humano, en toda época fue creado para el encuentro liberador y todos tenemos que escuchar ese llamado y dar pasos que a veces son dolorosos o un poco locos. Pasos de fe, en los cuales descubrimos lo que debemos dejar, pero no sabemos muy bien dónde nos llevarán.
Vivimos la celebración con mucho movimiento y quietud desde nuestro llamado a mirarnos y contemplarnos, que nos llevó a vernos tal cual somos.
Los niños se han creado su propia celebración con juegos y cantos. Los jóvenes han amanecido para dejarse abrazar por el nacimiento el hermano sol. Los adultos estamos con cambios de rutinas que hacen sentir el cuerpo pero también achican nuestro ego descentrándonos y haciéndonos vivir experiencias inéditas que no creíamos que fuéramos capaces de vivirlas. Todos nos enriquecemos, por momentos desconociéndonos, en cuanto a la alegría, el servicio, el baile, la animación, el abrazo, la ternura y la fe.
Cada noche somos mas de cuarenta personas diferentes, construyendo junto a Jesús este espacio teológico existencial y hoy Cacho Alonso estuvo entre nosotros.
Jesús le dijo a un hombre con su mano paralizada y hoy nos lo dice a cada uno de nosotros:
"Ponte de pie y colócate entre nosotros...extiende tu mano
y el paralítico lo hizo, lo creyó y quedó sanado
para enojo de los fariseos y Herodes, buscando la forma
de terminar con todo esto"
Marcos 3, 1-6
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