“Llega un
momento
en que es
necesario
abandonar las ropas usadas
que ya
tienen la forma
de nuestro
cuerpo
y olvidar
los caminos
que nos llevan
siempre a
los mismos lugares…”
Fernando
Pessoa
Tercer día
de acampada. Donde se hizo signo visible, lo que venimos viviendo. Lo que
andamos buscando.
Durante el
día nos acompaño la palabra bíblica donde Jesús dice: “vino nuevo en vasijas
nuevas”. Que no dice “vinos buenos en estructuras buenas”.
Esto nos da
muchísima libertad, autenticidad, humildad. Los participantes de este encuentro
“no somos ni seremos los mas buenos”. Nuestra organización “no es la mejor
vasija”.
Lo “nuevo”
es que “venimos siendo lo que somos”. Venimos con nuestras heridas, incoherencias,
faltas, aciertos, talentos. Estamos presente con todo lo que somos. Y nos
iremos siendo más o menos los mismos.
El milagro
se da “por lo que es capaz de hacer quien nos convoco, las manos de quien
ponemos como centro de nuestras relaciones”. Ese tal Jesús de Nazaret.
Durante el
día, en las ruedas de mates, juegos, playa, servicios de cocina, limpieza,
animación… se da muy espontáneamente el tejido con los diferentes. Diferentes
en edades desde los 2 años hasta más de 70. Diferentes en género y estado de
vida: casados, divorciados, viudos, en pareja, sin compromiso alguno.
Diferentes en profesiones: estudiantes, amas de casa, trabajadores de la salud,
educadores, de campo, intelectuales, jubilados, artistas… Si bien el ser humano
tiene la tendencia a juntarse con los iguales, aquí hay una atracción por
conocer, compartir y caminar juntos “con ele otro”.
En la
celebración de la noche donde se integran laguneros, turistas, brasileros…
quedo de manifiesto el signo del camino que
venimos recorriendo. Donde
“nadie es más que nadie”. Donde hay lugar para todos los que se quieran
tejer de esta manera. Donde nos encontramos de manera circular y no piramidal,
ni siquiera en la misa. Donde queda bien de manifiesto la necesidad que tenemos
y colmamos de compartir la palabra y ser receptores. Complementados por los
abrazos, el baile, la sonrisa. Donde hay lugar para desvestirse y poner sobre
la mesa el dolor, las incertidumbres, el llanto.
Sin duda, es
un campamente teológico. Con un encuentro con Dios liberador. Donde nosotros “los pobres somos los protagonistas
de la construcción de esta Iglesia, dentro de la diversidad de su cuerpo”. Dios
ara con los bueyes que le dicen Si. Y le gusta hacer su obra con piedras
desechadas, con distintas formas, puntas, grietas, colores, aromas. Dios se
manifiesta como Dios, haciendo el milagro de la fraternidad, con jugadores que
en otros espacios, son suplentes, no son convocados, no se animan a entrar a la
cancha, no juegan en primera división…
Esto es algo
de lo “nuevo”, que no es ni más bueno ni más malo que otras experiencias muy
validas. Es lo que nos convoca a niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Integrando
el Yoga, el mate, el canto popular, el baile, las tortas fritas a nuestra
celebraciones. Celebrando la vida, con lo de la vida. En comunión con tod@s los
que están comunicados por los distintos medios y la oración, pasó el tercer día
y Dios vio que fue bueno........
Nacho
LA PRENSA
TAMBIÉN NOS PERMITE
OTROS ENCUENTROS CON OTR@S
Cada uno viene con lo que tiene......y el termómetro de nuestra vida-celebraciones son los mas pequeños.............Cuando los niños y los mas excluidos se sienten bien entre nosotros
Elena nos acompaño con una meditación de yoga
Abrazo...expresión de amor ...es el dar... el recibir..
Alegría expresada con abrazos música y baile................
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