Desde la base misionera en Rio Branco partimos al medio dia invitados a celebrar el almuerzo en Poblado Uruguay. Dora que es la que “lava los pies” es decir la que asume los servicios de cocina y limpieza en la casa, pero que también participa de los encuentros, la liturgia, fiesta y reflexión de este tiempo. Florencia que vino con sus encuentros y búsquedas, con la cual compartimos un buen mate al sol esta mañana, sacando en claro que estamos mas o menos envueltos en un tiempo donde se a puesto “el placer personal” como lo central de la existencia. Entonces nos vamos educando a transitar y elegir por “el me gusta o no me gusta”. Eso nos hace muy DISPERSOS en cuanto a relaciones, afectos, compromisos, espiritualidad… Todo tiempo tiene su otra cara y en tiempos de DISPERSION hay una insatisfacción que nos pone en BUSQUEDA.
Siendo el silencio, la soledad, los desprendimientos, las situaciones limites, las mateadas… lo que nos hace consiente de cómo estamos y nos hace sentir unidos a muchos en esta búsqueda… La pregunta que nos hacemos es si nuestras liturgias, nuestros espacios de vida cristiana, aceptan la búsqueda y son vientres para renacer a una vida nueva… Si vamos teniendo certezas de que el Espíritu de Dios esta en la vida COTIDIANA y que vamos por buen camino con este tejido de los Colibríes que nos une en la BUSQUEDA…
A la llegada nos esperan Daois dueño de casa y el Genry, Eriko, el padre… como lo han bautizado a Erk por acá.
El tiempo ha sido maravilloso estos días, y la relación con la naturaleza, con los seres vivientes en el campo se vive con mucha hermandad.
Encontramos a María, Romina, Rufina bien encarnadas en la casa, entre sartenes fritando pescado, escobas barriendo, preparando el mate para recibirnos… Elegimos una caminata con Erik a la vuelta del pueblo el cual tiene una 46 casa y unos 120 habitantes. Sorprendía como Erik a cada uno que saludaba lo saludaba por el nombre, y contaba una anécdota como: con este jugamos al truco, con es niño nos mojamos, con ella miramos el partido de Uruguay, ella nos llevo una piza… Por supuesto que no falto la profundización de “que nos dice” esta nueva experiencia, con propuestas concretas de profundizar en la oración, buscar con quien confrontar y continuar el camino comunitario…
En lo de Syrley por la tarde se fue juntando la gente para la misa en Bañado de las Pajas. El mantel era un tejido en lana bruta de Manos del Uruguay, el corporal un repasador adornado con croyet, el vaso de vino, las hostias, la velita y ramos para ser bendecidos completaban la mesa altar. En la vuelta en sillas y bancos, sentados en el suelo unos 32 cantamos con una hojita de canto hecha a mano. También hay personas que optan por la semana santa, por el tiempo libre en el campo y estaba Lucia de sauces canelones. Sorprendentemente hasta las niñas y niños más pequeños participaron en el compartir el evangelio y en el agradecimiento con “las fotos” los momentos fuertes de la misión, donde se resalto la ida al rio con mojadura incluida, y la película sobre la obra de teatro del grupo de dolores…
Después torta y que los cumpla feliz para María y Nacho, luego juegos como el tradicional “gato y el ratón”. La despedida fue silenciosa, en el campo “la procesión va por dentro” hay menos manifestación exterior, pero seguro que acá “quedo una huella de comunidad de fe”… El viaje de regreso fue en el “topolino” que no es ni la Yaity, ni la poderosa de Bolivia, pero ayer se lleno como haya con 7 pasajeras y pasajeros…
A la noche celebramos en Rio Branco, compartiendo en especial algo recogido por allá “nuestra casa se quiere parecer al corazón de Dios, donde siempre hay lugar para el otro”, eso lo llevamos a la eucaristía, la cual siempre nos invita a compartirse con el otro… sin exclusión.
Que lindo poder haber celebrado el día de la eucaristía, la renovación de nuestro seguimiento desde este ministerio, que lindo celebrarlo en el campo, en una comunidad pequeña, en misión… con amigos que se hacen amigos entre si… gracias Nacho
