ES LA VIDA... COMO ELLA ES

‘’ No se puede perder el sentido de la grandeza y dignidad de la vida, porqué una vida sin sentido no tiene sentido. ... Voy hasta la capilla llamado por la campana porque es llegada la hora. Como en la Laguna no hay campana alguna, la que me llama es mi conciencia interior. La campana debe sonar para llamar a la realidad y a la vida... No soy de otras creencia que al igual que la pasta base te sacan de la realidad, te vacían los bolsillos y monederos prometiéndote el cielo en esta tierra donde en todo crece junto: el arroz y el capín...

Voy hacer una largo viaje, ‘’sin rumbo cierto’’, mismo que sepa y tenga consciencia de su importancia para la realización de nuestros sueños y esperanzas. Que seria del hombre si no conservara la esperanza, la creencia, la razón y la fe. Son fuerzas invisibles que nos hacen avanzar adelante, y para el alto. Sueños nos llevan al infinito, pero no siempre a la realidad soñada, pero soñar es señal de estar vivo...

Ahí en la capilla del lago encontré un mensaje que quedo del II campamento Teológico de enero: ‘’ lo mejor está por venir... ‘’

Con tranquilidad en mi sencillez y sinceridad confieso - estoy repensando esa frase. Estuve viviendo esa utopía que llamamos felicidad, había llegado a mi puerta para quedarse y sin embargo inesperadamente así como llegó se fue con Ella.

Muchas veces es difícil aceptar la realidad para decir y aceptar en la amplía acepción de la palabra, que «la vida continúa»... y quizás vamos aprendiendo que la felicidad, el amor, se parece a la suave briza Lagunera que no sabemos cuándo ni de dónde viene.

*Hay que acogerla y entregarse a ella cuando llega, y si consideramos su belleza algo venido de los Dioses tenemos que vencer la tentación de poseerla y dejarla que como briza abrace otras mejillas.

*Que la nostalgia y el aburrimiento no borren lo vivido, todo lo entregado queda escrito en el corazón del señor de la vida. Esto fue lo que puede reflexionar el sábado en la misa de la capilla donde canté como nunca y la soledad se transformó en posibilidad de entrega a la comunidad bebiendo el manantial primero del amor verdadero.
 ( Juan Antonio - del Lago Merín )