VER:
En tiempos donde la vuelta a clases es lo central de nuestra sociedad. Quizás es bueno preguntarnos en este IV domingo de Cuaresma sobre ¿Qué tipo de educación en la Fe hemos tenido y que rostro de Dios enseñamos a los demás?
ILUMINAR:
La palabra bíblica, fuente primera del conocimiento del verdadero Dios para nosotros los cristianos, este fin de semana nos presenta la conocida parábola del «hijo pródigo».
De la cual recogemos la Libertad con que Dios trata a sus criaturas, dándonos total libertad para estar cerca o irnos lejos de Él.
El Amor que es capaz de siempre recibir al otro sin preguntas y haciendo fiesta.
Los Celos que pueden crecer en nosotros cuando no nos sentimos libres, ni amados. Jesús cuenta esta parábola para enseñar como es Dios y para invitar a los Fariseos a que habrán su corazón hacía los demás.
(Lucas 15, 1-3. 11-32)
ACTUAR:
¿Considero y practico la Libertad como algo central de la espiritualidad cristiana?
Mirando nuestro modo de relación con los demás, con las cosas, podemos evaluar si estamos más o menos en un camino de liberación o de dependencia.
Cuando alguien decide algo en libertad tomando opciones que no son las nuestras, escuchando los sentimientos y palabras que brotan de nuestro interior revelan nuestro nivel de libertad.
¿Considero y practico el perdón hacía mi y hacía los demás como expresión del amor de Dios?
Es claro que Jesús no anda persiguiendo a nadie, es muy respetuoso en las decisiones que cada uno tome, pero si queda de manifiesto la apertura de su corazón a quien lo busca.
Y sin duda que si los pobres y pecadores lo buscaban era porque sentían que Jesús los recibiría.
Cuando me equivoco o se equivoca alguien cercano es un momento de evaluación si he dejado evitar en mi corazón al Dios de la misericordia o tengo otros intereses...
¿Que siento al presenciar el amor de otros?
La persona que se siente amada goza y desea la realización del amor en toda relación.
La persona dependiente cuando no es incluida o cuando se incluye a otros que ella excluye, es comida por los celos, por la envidia se aparta de la fiesta y reacciona con violencia cuando otros son libres de vivir el amor y celebrar la vida.
Sabiendo que nuestra manera de ser ha sido educada por un ambiente familiar y cultural, por eso este tiempo de cuaresma es bien propicio para encontrarnos con el verdadero Dios el cual nos creó a su imagen y semejanza.
Lo que no es de Dios es programación que otros me impusieron o yo me impuse por lo tanto con oración, ayuno, dedicación y ayuda, todo lo programado es posible ser quitado para ser lo que realmente soy.
Nacho
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