VER:
Hace unos años en Semana Santa se organizaba en nuestro departamento la semana de la pesca, con diferentes premios por unidades y en conjunto.
Lo que todos sabíamos pero era muy difícil de hacer justicia era que algunos pescadores pescaban días antes del concurso y mantenían en jaulas e incluso engordaban los peces que luego serían los ganadores...
Sin olvidar que a veces los que tenían mayor poder adquisitivo «compraban» los bagres y tarariras de los más pobres...
ILUMINAR:
La palabra bíblica de este fin de semana nos presenta a Jesús regresando de una noche de oración, donde la gente se amontonaba para escucharlo. Los fariseos también se acercan trayendo a una mujer que había cometido adulterio con un hombre (el cual no es detenido por la ley).
La intención es tramposa, si Jesús sigue la ley se transforma en el responsable de la muerte de la mujer, si no la condena traiciona a Moisés que hizo la ley.
Entonces primero Jesús hace silencio y ante la insistencia de centrar el diálogo en la mujer, Jesús lo centra en ellos mismos, en los fariseos: «el que esté libre de pecado que tire la primera piedra».
Dice que se fueron todos y Jesús perdonó a la mujer y la invitó a no pecar más.
( Juan 8, 1-11)
ACTUAR:
Queda claro que la fuente de la sabiduría, de la justicia, y misericordia en la que bebía Jesús era la oración a solas con su Padre Dios. Si bien cuando somos niños en la fe necesitamos que alguien nos alimente, con el tiempo debemos relacionarnos directamente con la fuente para alimentarnos y alimentar a otros indicándoles donde está la fuente del Amor.
Sabiendo que los Fariseos y poderosos que explotan al pobre siempre se presentarán diciendo «la ley, la constitución dice», protegiendo sus poderes que son los verdaderos causantes de la desigualdad social y por lo tanto de la injusticia social.
Jesús en todo conflicto se pone de parte del más débil de manera misericordiosa, invitándolo a encauzar su vida en el camino del amor.
¿Qué tiene que ver con la pesca?
Quizás es bueno aprender que hay que pescar, alimentarse con anticipación a los acontecimientos: «Hay que estar preparados». Sabiendo que la ley es utilizada por los poderosos para tapar su pecado y para seguir amontonando riquezas. No siempre el que es premiado en esta vida es el mejor ante los ojos de Dios que conoce la verdad...
El Cristiano está invitado a experimentar la infinita misericordia y ver con los lentes de Dios la realidad, dispuesto a enfrentar los poderes y fariseísmos opresores de estos tiempos, confiados en el juicio final que nos da la posibilidad de la vida eterna donde seremos juzgados por quien lo sabe todo...
¿Qué tiempo estoy dedicando en esta cuaresma a estar a solas con Él?
Nacho
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