viernes, 3 de agosto de 2012

Encontrarnos con Jesús


Hay gran expectativa en la zona de Sarandí de Barcelo porque está próxima la conexión eléctrica. A Partir de lo que le ocurre a nuestros vecinos, en Plácido Rosas, en Río Branco, en Lago Merin, Poblado Uruguay, reflexionábamos con la comunidad cristiana en: que muchas veces estamos tan bombardeados por nuevos productos a consumir que no podemos saborear y dar gracias por lo que ya tenemos. Desgraciadamente un tercio de la población de la humanidad está con carencias alimenticias. Y a muchos de nosotros se nos olvida agradecer el alimento diario que hay en nuestra mesa y la luz que nos ilumina.

Sumado a las mejoras en referencia a nuestros abuelos que hemos tenido en las necesidades básicas como lo son: alimentación, vivienda, salud, educación. Sin embargo más de las veces expresamos nuestro desconformismo más que el disfrute y la valorización de lo que ya tenemos. Y sumado a esas mejoras materiales que son reales (que no las valorizamos debidamente) se da como una carencia mayor en lo que tiene que ver con la percepción de nuestras relaciones afectivas. Hay más necesidad de ser escuchado, más carencia de cariño y el tiempo para estar con los seres queridos se nos ha reducido bastante, incluso algunos pierden totalmente el sentido de la vida...

A Jesús lo seguía mucha gente por los signos que había realizado de curar algunos enfermos y por la multiplicación de panes que había calmado el hambre de muchedumbres. Si bien Jesús sabe que las necesidades básicas deben ser cubiertas para todos los seres humanos. El quiere llevarnos mucho más allá de eso. Su predicación nos trae la buena noticia del amor pleno, de la resurrección, de la misericordia infinita de Dios, del deseo de liberación, de justicia y verdad. (Juan 6, 24-35) En su tiempo muy pocos pudieron creer y acompañarlo en este caminar. La mayoría tenía «vuelo bajo» y lo quería rey para que calmara las necesidades básicas y nada más. Jesús respondía a las necesidades pero sabía que si las personas no se elevan más allá de esto iban a tener nuevamente hambre.

En nuestros días Jesús sigue ocupado por medio de muchas personas e instituciones de buena voluntad en mejorar las necesidades básicas humanas, pero también su Espíritu nos quiere encaminar a una búsqueda más profunda de lo material y afectivo. Una experiencia de liberación del miedo a la muerte, asumiendo la realidad tal cual es, y queriéndonos como somos, disfrutando de lo bueno, procurando mejorar lo posible y sabiendo llevar la cruz que nos corresponde. Como toda amistad para que crezca necesita su tiempo ¿Qué tiempo le dedicamos a encontrarnos con Jesús? en su espíritu, su palabra bíblica, en su presencia comunitaria, en su presencia real en los más empobrecidos y excluidos. Es muy distinto andar por la vida sin saber donde vamos a creer que al final nos espera el encuentro definitivo con el origen y sentido pleno de nuestra existencia."Yo soy el pan de Vida. El que viene a mi y cree en mi, jamás tendrá hambre ni sed" Es muy distinto andar en solitario que andar experimentando la compañía del Espíritu de Dios.

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