domingo, 6 de julio de 2014

EN AMISTAD CON EL TIEMPO - desde el Lago Merín


 "Vamos que vamos colibríes ... decía Silvina cuando los pronósticos meteorológicos anunciaban para el fin de semana temporal con posibles granizos. La caravana desde Montevideo partió en la madrugada del sábado bajo agua. La radio informaba de las crecidas en el litoral y en el vecino Río Grande do Sur con miles de evacuados. En el lago Merin el hermano sol  hacia fuerza para estar presente entre grandes nubarrones oscuros. Ya con la presencia de Víctor y Daniela los locatarios y locatarias agradecían al Dios del Tiempo por el regalo de esos tenues y muy valorados rayos de sol.
El almuerzo aprontado por Waldir, Carmen y Romina, apunto ya que los benditos celulares permitían la comunicación con la caravana que desde el Olimar hasta el Lago se le abrieron las aguas del cielo y viajaron sin lluvia. Pasado el mediodía con esa tranquilidad que nos da el tener la libertad de los horarios, por querer y poder vivir un fin de semana en plena amistad con el tiempo, con el grupo… con el creador.
Y llegaron… y nos encontramos en una danza de abrazos… De rencuentro entre algunos y de presentación con otros, con eso que ha sido bien propio desde el comienzo: “lo colorido de la diversidad”. Distintas realidades de vida, con abuelos jóvenes, adolescentes y niños… Gonzalo y sus dos hijos de diez y quince años venían por primera ves. Y se formo la bandada sumando experiencias laborales muy diversas, destacando la integración de un joven alambrador que vino desde Rocha en moto por Amor….
Llegamos a ser cercano a los veinte que sumadas las presencias de los que venían en el corazón y los que se hacían presente a través de mensajes éramos como mil… La más lejos había recorrido más de quinientos kilómetros viniendo desde Florida: Florencia con su pelo en pleno crecimiento. Desde el Chaco nos Iván informando  de la clasificación de argentina en las semifinales del mundial. Desde Croacia también se hacían presente, además de España- Patricia, Italia- Estela, Buenos Aires- María, Bolivia- Marivel, Surly, Clarita, cacho, Brasil  Florencia, Chile, La Pedrera- María, desde el Cerro- Roberto, desde Colonia- Raquel y Nahir, desde Treinta y Tres- Doris, Córdoba- Nelda y Hugo, desde Melo Santiago, Hugo, Socorrito, Raquel, desde Río Branco Estela...
Como es la costumbre cada cual puso sus dones en bien de la bandada. Unos fueron directo a la cocina, otros tomaron la escoba, otros aprontaron el mate, otros a caminar… y gran almuerzo de pasta con tuco y jugolin. Sin faltar la ensalada de fruta de postre y la sobremesa de “ver juntos el vuelo comunitario”. Justo Diego andaba en la vuelta con Paulito y democrática mente decidido por Marta se lo propuso a nuestro esposo, padre, Filosofo que coordinara la celebración de la tarde. Aceptado por unanimidad, aparecieron los dones del canto preparando la música entre Rossina, Marta y Erik mas algún otro. Mientras otras y otros lavaban las ollas y los platos… Todo muy entrelazado con la gente del lugar ya que continuamente había que recurrir a ellos o ellos mismos se hacían presentes para solucionar algunos inconvenientes.
En mi caso me eligieron para mandadero exportando gas desde Yaguarón y algunas Guaraná. Donde solo se escuchaba sobre “lluvias y granizada”. En mi interior resonaban las palabras bíblicas que narraban la búsqueda de aquel pueblo de la liberación de los egipcios, confiados en Dios se les abrió el mar Rojo. Así anda esta bandada, cada cual buscando la liberación de “algo de alguien”…  y eran las cuatro de la tarde y en el Lago el sol nos hacia guiñadas. Llegamos a la capilla Estela Maris con forma de Arca de Noe y las distintas especies humanas en círculo se presentaban y escuchaban la Palabra de Jesús que decía: “Te alabo Padre señor del cielo y la tierra, señor de la lluvia y el  sol, señor del viento y del granizo… porque habiendo ocultado estas cosas a los sabios y prudentes, se las has revelado a estos pequeños. Si Padre porque así lo has querido… Vengan a mi todos los que están afligidos y agobiados y yo los aliviare… (Mateo 11, 25-30)
Nacho

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