sábado, 21 de junio de 2014

Aprendiendo a sentir con el centro del corazón

 Cómo andan? Yo acá estoy, de paseo por Carmelo, me vine a visitar a la flia...y pensé que me escapaba del frío pero me siguió, jaja!
Les mando lo que escribí del pastito (Comunidad de base en la que participamos los lunes en Casabó) que me habías pedido, como verás me tomé mi tiempo haciendo uso del espíritu del guaraní que te manda la inspiración y la voluntad cuando el quiere y no cuando uno quiere...bueno, esto es lo que salió:

“Hace como un año y pico, cuando le dije a mi madre que estaba yendo a una comunidad en el barrio Casabó, me acuerdo clarito que me dijo "que ganas de ir a meterte ahí a que te roben o algo peor!!!".
Claro, mi madre desde Carmelo, en el departamento de Colonia,  solo tiene como referencia lo que puede escuchar y ver en los noticieros nacionales, que casi siempre estigmatizan ese barrio como donde pasan de las peores cosas de Montevideo, porque las cosas malas tienen que estar y pasar en algún lado y como cuanto más lejos mejor,  los barrios periféricos como Casabó son los que se llevan todas las chances para salir en los medios de comunicación.
Lo cierto es que suceden cosas buenas y malas como en todos los barrios y a esta altura está igual de complicado en el Centro que en el Casabó. Por lo menos yo personalmente he visto más de un robo en el Centro y en el Casabó hasta ahora no, lo que claramente no quiere decir que no pase.
En el recorrido de los ómnibus urbanos hasta allá se ven muchos cambios tanto en la estructura edilicia, donde a medida que nos alejamos del centro de la ciudad los edificios de muchos pisos dejan lugar a casas de 2 y 1 planta cada vez más humildes, como social, donde hay como un recambio de gente especialmente en la terminal del Cerro (y calculo que debe de haber algún otro antes de que yo suba, ya que, por ejemplo, el 163 sale de Pocitos y va hasta el Paso de la Arena, otro barrio de la periferia, y el 17 sale de Punta Carretas), que se ve desde en la vestimenta hasta el estilo de música y los temas de conversación que se escuchan.
Claro que todo esto se aprecia si uno no se olvida "de agarrar la ventanilla, y vivir la realidad" como cantaba el Canario Luna.
El Casabó es como un barrio de cualquier ciudad del interior, los vecinos se saludan en la calle y muchas veces se ayudan entre ellos ante las adversidades, como cuando se les inundan las casas y otras realidades, nada que ver con lo que pasa en los barrios del centro, donde cada uno anda corriendo en la suya  apenas consciente de los demás a no ser para esquivarlos en la vereda para no chocarlos, la gente no se mira a la cara y con esto de los celulares modernos va hablando con alguien invisible y muchas veces no sabes si te hablan a vos o al celular.
En nuestra comunidad del Pastito hay gente de varios barrios distantes, como son Pocitos, Solymar, Cordón y Nuevo París y otros más cercanos como La Teja, pero creo que nos sentimos atraídos y vamos a pesar de las distancias por la propuesta de una comunidad donde se ve a una Iglesia viva, sensible,  insertada en el barrio y funcionando desde lo social respondiendo a problemáticas reales y claras.
El domingo pasado fueron las confirmaciones de la Zona 4, a la que pertenece la Parroquia San Alberto Hurtado del Casabó, y fuimos a la Parroquia Nuestra Señora de la Guardia y San Luis Gonzaga que queda en el pueblo Santiago Vázquez en la Barra de Santa Lucía en el límite de Montevideo con San José.
Allí en un momento el párroco agradeció a quienes habíamos ido desde la ciudad de Montevideo al "lejano oeste" como él le llama al pueblo y cuando alguien lo invitó a ir a Montevideo él le contestó en tono de broma que "acá también es Montevideo" y en estas simples palabras se ve la diferenciación que en general hacemos los que somos de Montevideo ciudad con los barrios y pueblos de la periferia.
Para ir terminando, me gustaría agregar que muchas veces internamente los papeles se invierten y los que vivimos en el centro de la ciudad con nuestra indiferencia y ritmo apurado sentimos con la periferia del corazón, sin dejarnos tocar en lo profundo, y quienes viven en los límites de la ciudad con su humildad y solidaridad sienten con el centro del corazón y justamente por eso tenemos la necesidad de encontrarnos con ese Jesús más humano, más hermano y más cercano que se siente con ellos.”

Muchos saludos por allá y nos vemos el 5 En el Lago Merín si Dios quiere!!

Abrazos! Leo 

1 comentario: