Sacamos la mesa, para armar una mesa màs grande…

En El Pastito, Erik nos esperò con fuego prendido y alfombra nueva, alrededor de la cual nos reunimos, poniendo en ella, en el medio de nosotros,  todo lo que cada uno trajo en la mochila; las fotos de los días que pasaron desde la última vez, las noticias, las inquietudes, los proyectos, las dudas, las ganas… Y poniendo en ella la Palabra, a partir de donde nos pensamos, nos miramos, nos pronunciamos…

Nos sentamos a la mesa, constituyéndola abrazo a abrazo, mirada a mirada, silencio a silencio… 
Como en cada encuentro, encuentro de encuentros, encuentro de reencuentros;  haciendo una puesta al dìa de las historias de vida de los amigos; escuchando la narración de vida de los nuevos amigos… Diarios de viaje, anécdotas, reflexiones… La Tierra sin mal, asomàndose entre palabras, naciendo entre mate y mate…

Sacamos la mesa, para armar una mesa màs grande…  Y llegó la hora del almuerzo, y algunos salieron a hacer las compras, algunos reagrupándose para traer a la charla algún momento de la mañana, Dardo haciendo un huequito en el fuego para preparar la comida, otros cortando el pan… Y rearmamos la ronda, y hubo aplausos para el asador, y para todos y cada uno… Porque todos y cada uno formamos parte, todos y cada uno hicimos parte en la construcción del encuentro, preparando el corazón, poniendo la mesa…


Sacamos la mesa, para armar una mesa màs grande… Y nos rearmamos en torno al fuego para fundirnos en una nueva comunión… Y trajimos al centro a nuestra gente, a todos quienes están en nuestras mochilas, a todos quienes nos acompañan y nos quieren… Y compartimos el pan y el vino, y las canciones y las fotos del dìa, y los futuros encuentros y las esperanzas… Nos miramos a los ojos con la alegría que nos regala la certeza de abrazos próximos…
Florencia