"Hoy voy a hablar de un tema excluyente: me voy a referir a la sanción que ha recibido Luis Suárez. Es el tema que nos ha ocupado la mente en estas horas, el que nos ha conmovido y por lo tanto en esta exposición trataré de ser conciso y lo más amplio posible, pero no voy a recibir preguntas luego de la exposición", adelantó.
Y así, el maestro comenzó a dar su clase a quienes querían
escucharlo y a quienes no.
Sanción. El maestro admitió que esperaban una suspensión para Suárez,
"pero jamás pensamos lo que nos enteramos cuando nos comunicaron los pormenores
del fallo. Una severidad excesiva, en una decisión que evidentemente está mucho
más volcada hacia las opiniones de la artillería mediática que explotó
inmediatamente terminado el partido -y en esa conferencia de prensa quien estuvo
presente sabe de lo que hablo-- de periodistas que tomaron ese como único tema.
No sé de qué nacionalidad eran, pero todos hablaban en inglés".
"Todos sabemos dónde está el poder. No se discute que lo tiene
el organizador, pero eso no significa aceptar el uso indiscriminado de ese
poder", tiró a forma de crítica ácida hacia la FIFA. "Como entrenador y docente
que he sido se me presenta la teoría del chivo expiatorio: dar un castigo
ejemplarizante sin importar que sea excesivo a quien comete una falta y no un
delito, para que el colectivo (o sea quienes reciben el mensaje) sepa qué es lo
que está bien y qué mal, qué debería hacerse y qué no. En el fundamento estamos
de acuerdo, obviamente, pero hay un peligro en esta forma de proceder y es que
se olvida muchas veces que el chivo expiatorio es una persona que tiene derechos
y que en este caso puntual de Luis Suárez, además de las equivocaciones que
pueda haber cometido, le ha hecho muchos aportes al fútbol desde dentro del
campo de juego, donde por otra parte está la esencia del gran poder de
convocatoria que tienen estos maravillosos torneos; el aporte de los grandes
futbolistas".
Vara. El uruguayo, aún tratándose de que haya fútbol de por medio,
es pasional, pero no irracional. Por eso, luego de ver las imágenes se sabía que
vendría una sanción para Suárez, pero no tan excesiva.
"No estoy justificando nada y no creo que no se deba
sancionar, pero siempre -porque esto es entre seres humanos- hay que darle una
oportunidad al que transgrede o se equivoca y por eso no estoy de acuerdo con la
teoría del chivo expiatorio", explicó Tabárez.
Principios. "Desde hace muchos años he tenido vinculación a FIFA como
instructor de cursos, como miembro del Instituto Técnico y de Estrategia y ocupo
un cargo de la comisión de análisis de la FIFA. En esto momentos siento que debo
alejarme de ese cargo. No es prudente, por lo menos, coincidir en una
organización con personas -las que presionaron para promover este fallo y las
que lo sancionaron- que manejan criterios, procedimientos y valores distintos a
los que yo creo tener. Por lo tanto, en los próximos días presentaremos la
renuncia a ese cargo de la manera que corresponda", concluyó diciendo el
entrenador celeste en la conferencia de prensa.
“Hemos tenido que padecer, no una justicia o una sanción, que en parte podía
entenderse, y solo en parte, pero no puede entenderse jamás la truculencia, la
forma, los procedimientos aplicados, una monstruosa agresión, no solo a un
hombre, a un país, fundamentalmente por la forma, se transforma en un contenido
peyorativo de desprecio, de aplastamiento”, agregó.
Mujica aseguró que esta decisión “será inolvidable, quedará en la peor
memoria de la historia del fútbol, será una eterna vergüenza de la memoria de
los mundiales”.En este contexto, el presidente decidió concurrir a recibirlo al aeropuerto de Carrasco en la noche del jueves, pero tras retrasarse el vuelo debió retirarse del lugar. Finalmente Suárez llegó pasada las 05.30 de la madrugada, horario en que el mandatario retornó a la Base Aérea y finalmente pudo saludarlo.
“Volvimos a la cinco y media de la mañana, le dimos un humilde abrazo en nombre del pueblo uruguayo y lo invitamos a seguir viviendo, aprendiendo y luchando”, narró.
“A las cinco y media estábamos con la familia, recibiéndolo en una mañana fría, pero todos con el corazón muy caliente, unidos como sociedad. En realidad más que ir por nosotros, tratamos de simbolizar el afecto del pueblo uruguayo que, en estas condiciones, no juzga, rodea de afecto, porque todo lo demás equivale como a pegar en el suelo”, enfatizó el presidente.
Mujica también envió un abrazo al resto de los jugadores de la Selección que este sábado enfrentará a su similar de Colombia por los octavos de final de la Copa Mundial de la FIFA y al entrenador, Washington Tabárez.
Indicó, además, que el torneo mundial es una fiesta deportiva primero que nada, y que como tal hay que verla. “No es una guerra, de ninguna manera”, sentenció.
“Que el dolor y la ofensa no nos achiquen el alma ni la visión. Confiamos y estamos al lado de nuestros compatriotas. En el triunfo o en la derrota al lado de ellos, con ellos y agradecidos por lo mucho que nos han dado”, arengó.
“Los tanos son unos campeones en hacer calentar a la gente”
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