lunes, 2 de junio de 2014

Y salió vuelo Colibrí…!


Y salió vuelo Colibrí…!


        Tal vez porque el que está buscando encuentra al que también busca, tal vez porque Dios sabe de nuestra necesidad de caminar juntos…tal vez porque la llama encendida pide no apagarse nunca... Y cómo de búsqueda venía la cosa, la semana anterior a Semana Santa estaba buscando en internet artículos relacionados con escritos de Amerindia y así descubrí el Blog de Colibrí Tumpa. Interesante al principio descubrir ése espíritu misionero y esa filosofía de vivir “en búsqueda”, dos de los pilares que movilizan mi vida….y más interesante aún ver al final la mención sobre la fundación del grupo misionero itinerante el día de Carlos de Foucauld, a cuya fraternidad secular pertenezco…demasiadas coincidencias?. No encontré una dirección ni teléfono de contacto, así que simplemente lo dejé marcado para seguir leyendo y “buscando” su mensaje para más adelante.
        Semana Santa llegó y con ello la misión al Uruguay profundo junto con Talleres Don Bosco: la zona rural de Chileno Chico en el Dpto de Durazno, donde vamos desde ya hace un par de años. Y allí el gran regalo de Pascuas: conocía a Rossina de Talleres pero nunca habíamos pasado más allá del saludo. Pero ahora no sólo tuvimos tiempo de compartir juntos, sino que además conocí a su familia: Diego y Juan Pablo. Entre medio de las charlas y la convivencia de la misión surgió la pregunta sobre el interés misionero y los ambientes frecuentados…y descubrimos a Colibrí, no sin sorpresa al saber que ellos integraban ése grupo al cual una semana antes había descubierto x su blog…. demasiadas coincidencias?
        Pero además, teníamos amigos en común en esto de ir compartiendo la búsqueda interior de Dios en medio del camino que “se va haciendo al andar”…o, para el caso, en medio de vuelos cortos y largos del vivir colibrí.
        Conocernos, querernos, compartir ideales, frustraciones, viajes, sueños y vuelos ya fue una sola cosa entre ambas familias…porque cuando descubris un compañero de vuelo pareciera que el camino se va despejando y los obstáculos perdiendo rigidez….
        El retiro terminó de imprimir las ganas de volar. Conocer a otros de la bandada y al mburuvichá Nacho fue una delicadez de esas que cada tanto Dios nos tiene preparadas, como para asegurarnos: estoy contigo, no importa qué, estoy contigo…”no es tan difícil, que aprendas a volar”


Gonzalo, y flia.

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