“Un pedido a todos los uruguayos:
Cada Copa del Mundo nos sirve para redescubrir que los uruguayos no somos ni
como los argentinos, ni los alemanes, ni los brasileños, ni los españoles, ni
los ingleses… Los uruguayos somos bien uruguayos y nos parecemos solo a nosotros
mismos, aunque a veces queremos ser diferentes. No tomamos tereré ni té a las 5:
tomamos mate a cualquier hora… comemos asado, jugamos al truco, amamos el fútbol
y soñamos con imposibles. Nuestro horizonte han sido y serán el esfuerzo y los
milagros; y nuestra pasión fueron, son y serán los desafíos.
Somos contradictorios, injustos, inmaduros, soñadores, porfiados… muy
porfiados. Nunca nos damos por vencidos, somos luchadores. Somos chiquitos pero
soñamos con ser gigantes. Somos una familia… y qué familia! Los que se van son
sustituidos por los que llegan, parecemos un gran equipo de fútbol (tan grande,
que a veces cuando jugamos nos molestamos a nosotros mismos!). Queremos ganar
los partidos fáciles pero los convertimos en difíciles, y a veces los difíciles
se nos hacen un poquito (sólo un poquito) más fáciles. Los jugamos todos, pero
cuando ganamos, se dice “ganamos”; cuando perdemos, se dice “perdieron”.
Somos conscientes de que tres millones de uruguayos están pendientes de
nosotros, ¿pero saben una cosa?, nosotros también estamos pendientes de los tres
millones de uruguayos. Nos gusta que nos alienten, necesitamos que nos apoyen en
cada error; nos gusta que se emocionen, que lloren de alegría en cada gol, en
cada pelota dividida… Sabemos que hasta quienes nos critican darían lo que fuera
por estar corriendo y ayudando, y que son los primeros que se alegran cuando
ganamos. Sentimos la presión, sí, claro que la sentimos; por eso a veces cuando
juega Uruguay sentimos algo que lo entendemos pero no podemos creerlo; y cuando
por fin lo creemos, no logramos entenderlo. Nos emociona.
A pocas horas de este partido trascendental, de este enorme y dificilísimo
desafío, solo les pido que todos los uruguayos estemos unidos, alentando a la
Celeste, que es más importante que todo. La Celeste es más importante que
nombres, capitanes, resultados… Hagamos fuerza juntos, porque nosotros sentimos
la camiseta como nadie cuando sentimos al país unido y a la gente feliz. Así,
somos tres millones de jugadores que pesan en la cancha; y que lo hacemos por la
positiva, con actitud, con ganas, con hambre de GLORIA, con la linda presión de
sentirnos obligados a no fallarle a nuestra propia historia.
Los invito a confiar, a tener paciencia, a tener la audacia de soñar lo
mejor. Nosotros no nacimos para las fáciles, nacimos para las difíciles, y esta
es una difícil. Les pido unión. Uruguay noma’!!!!!!!!!
Un abrazo a todos. Diego”
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