martes, 5 de agosto de 2014

DIOS PADRE NUESTRO - V DÍA

¿Qué significa ser hijo/a de una familia?
¿Te sientes hijo de Dios?
¿Cómo te sientes que eres hijo de Dios?
Fueron las tres preguntas que nos ayudaron a compartir sobre la experiencia de vida "de hijo" y  de "relación con Dios". Sin duda que hay una relación cercana entre nuestra relación con los adultos que se encargaron de nosotros y la imagen primera de Dios que tenemos. En una familia donde reino la exigencia, la moral, el orden, el esfuerzo muchos se hacen una idea de un Dios así.  Igualmente cuando hubo una educación de "premio castigo" lo mismo se vive con Dios.

Por eso es bueno comenzar este espacio de formación "desde la experiencia que cada uno viene, familiar y de fe". Y desde ahí "irnos encontrando con el Dios de Jesucristo. En este proceso de "conocer, asumir nuestra realidad histórica, para podarla y enriquecerla, en este camino estamos todos. Jesús se tomo treinta años de aprendizaje en el silencio de la vida cotidiana para conocer, experimentar y relacionarse con el verdadero Padre Dios. Teniendo que des programarse de cierta formación familiar, cultural y religiosa. E incluso en los años siguiente de anuncio explicito de ese Dios, hasta su muerte en la cruz fue conociendo los designios de su Padre.

Da pena que muchas veces, no respetamos y no acompañamos el proceso humano que las personas tenemos que hacer, que necesita tiempo, años, y le pedimos a alguien que anuncie a Dios y al final termina anunciándose a si mismo. Quizás por eso lo mas adecuado para encontrarnos con el Dios de Jesucristo sea: compartir nuestras historia, con la palabra bíblica en el medio, y escucharnos unos a otros... en clima orante.

El Lago Merin, en San José Obrero, Inmaculada y Mevir, en estas comunidades nos comenzamos a encontrar todos los días "para reflexionar y rezar juntos". El primer día fue evaluado como muy bueno. Con los "trafogeros- las personas de las comunidades" y los cristianos que han venido a prepararse para el bautismo de sus hijos e ahijados. No hemos querido amontonar gente, sino mas bien acercarnos ala gente y que ellos puedan encontrarse en la comunidad mas cercana. Por eso quedaron repartidos en pequeños grupos: 12 en el lago, 25 en San José, 30 en Mevir, y 50 en la Inmaculada, todos unidos en la misma parroquia con la misma propuesta para todos. Sin olvidar que en los días previos comenzamos por la comunidad mas pequeña mártires latinoamericanos 20 personas y por las comunidades del campo: Poblado Uruguay 10 personas, Dragón 40 personas (celebramos bautismos) y Sarandí de Barcelo unas 45 personas. Y como Dios se manifiesta de manera libre, es imaginable con cuantos nos encontramos por intermedio de la gracia de los medios de comunicación, radio, televisivo e Internet.

Creo que después de la reflexión, la oración, los abrazos y las mesas compartidas, TODOS nos hemos acercado a la experiencia del Dios Verdadero, el de la infinita misericordia, que nos invita a relacionarnos como HERMANOS con todos, con preferencia por los mas empobrecidos y excluidos.
Nacho

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