domingo, 17 de agosto de 2014

Resistencia, la ciudad de las esculturas


Como todo viaje medianamente largo se va haciendo por etapas, dejamos atrás la naturaleza y la ruta cuando pasamos la ciudad de Corrientes y llegamos a Resistencia, capital de la provincia del Chaco, alrededor de las 17:30 aún con el sol en alto.


Estas ciudades vecinas unidas por el puente General Manuel Belgrano tienen también su esplendor y belleza que supimos visitar, conocer y disfrutar por 3 días y monedas con los mejores amigos que Dios pudo haber destinado para nosotros y ya desde allí los amigos (y las familias) de los amigos comenzaron a hacerse amigos entre sí.

Numila nos esperaba en la residencia donde vive junto a sus hermanas de la compañía de Santa Teresa de Jesús, de las cuales conocimos a Isabel, que hace años vino de Salamanca, y donde nos quedaríamos también nosotros.
Después de ponernos un poco al día salimos a caminar por la Resistencia nocturna y conocimos a los hermanos mellizos de Numila (Nico y Nicky) y nos reencontramos con su papá Ricardo. 


El sábado a mediodía disfrutamos de un delicioso asado con parrilla completa preparado desde temprano con toda dedicación por Ricardo y Nico en el Parque 2 de Febrero y posteriormente de un paseo por el mismo parque.




“Como estaba planificado”, llegamos para la Bienal del Chaco, donde Nicky estaba trabajando en el stand de turismo, y donde se realiza un concurso internacional de esculturas.



Si bien en el concurso participan esculturas modeladas en acero inoxidable, también hubo un encuentro de escultores argentinos trabajando diferentes técnicas y materiales como madera, metal, plástico y arena entre otros. Digo esto porque me llamó la atención en particular una escultura en arena que si bien vimos terminada en fotos estaba todo el proceso de modelado, que es justamente lo que intentamos hacer nosotros en estos relatos, mostrarles por fotos, anécdotas, vivencias y sentires el proceso de nuestro viaje desde nuestra perspectiva y según nuestro propio proceso, que a diferencia de la escultura no está ni cerca de terminar.


Recorrimos por la noche la costanera y el centro de Corrientes y el domingo disfrutamos de un paseo en lancha por el Río Negro y también fuimos a misa y conocimos a Horacio, un jesuita uruguayo que hace 4 meses llegó al Chaco.


El lunes fuimos a Puerto Tirol en tren y recorrimos el hermoso lugar que queda a media hora de Resistencia, al final de la línea. En este viaje la divina providencia nos hizo sentir que estaba con nosotros ya que un colibrí dejó olvidada su mochila en la estación donde tomamos el tren y gracias a gestiones de Numila y Ricardo pudo ser finalmente recuperada.





 No me alcanzan las palabras para agradecer a todos los que nos recibieron y nos hicieron sentir como en nuestra casa compartiendo todo lo que tenían con nosotros, con una confianza y un cariño como si nos conocieran de toda la vida y sabemos con seguridad que en Resistencia al igual que en Córdoba tenemos una fuente, o mejor, una casita para los colibríes en vuelo que buscan el agua viva del encuentro.  


Los extrañamos!!!

Leo.

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