Sábado 26 de enero, a una semana de culminado el II Campamento de Encuentro Teológico aquí en Lago Merín.
Un sentimiento de ausencia envolvió mi interior, el cuerpo se sentía vació de energías. El pensamiento propone dos caminos. El de escapar a la soledad prendiendo la radio, leyendo el diario, conectandome a Internet o buscando gente que llene mi vació. El segundo camino fue hacer lo que había que hacer y luego buscar un lugar para encontrarme con doña soledad.
Hoy nos encaminamos por el segundo. La capilla estaba preparada por Juan con aire de libertad. Un barco liberado de cadenas, entre flores rojas y en lo alto un bonito cuadro colorido, expresado por el artista: "Las alas de libertad." Todo bello, pero el vació era vació, las ausencias se sentían…
Barrimos el templo con mi madre. Que a los 82 año esta fortalecida por mil encuentros y despedidas siendo un ejemplo de compromiso con lo cotidiano. Traje el vino de lo de Daniel y Celia, los cuales me invitaron a quedar pero era momento de seguir a la cita con quien estaba presente en mi interioridad. Y me retire a una barranca en la punta izquierda de la laguna. Es una tarde de encuentro de motoqueros, y pasaje del ciclismo nacional… siempre hay que buscar el silencio, cada ves es mas una opción.
Primer momento una soledad abitada. No puse filtro y el pensamiento traía presencias permitidas y otras no tanto por la sociedad. Es que la libertad, el amor, las relaciones superan las normas culturales…
Lo vivido y lo soñado danzan en mi mente, movilizando todo el ser. La tentación es detenerme en algo, en alguien… en poseer. Otra es escapar a este momento,, a este modo de encuentro, que lo vivo como un pájaro desnudo en vuelo que lo ve todo sin tocar nada.
Los sentimientos danzan pechándose con los opuestos, no falta alguna lágrima… creo que hasta dormí un rato al calor del sol.
Al despertar si que estaba el silencio, la soledad abitada pero con cada persona en su lugar, quedando un gran espacio que no lo siento como vació sino como posibilidad de nuevos encuentros y rencuentros. La brisa es una caricia suave, los pájaros vuelan a la orilla del lago, la gente parece estar contenta….
Todo es vida, el corazón , el alma, el cuerpo, están preparados para una nueva celebración eucarística. A las 20 el templo se volvió a llenar con amigos, con caras nuevas, con ustedes. La palabra bíblica nos presenta a Jesús proclamando la buena noticia para los pobres: la liberación.
Hay que animarse a descender en cada puerto y entrar tierra dentro desnudo. Hay que animarse a desamarrar y dejarse llevar por la suave brisa mar adentro a las profundidades del ser. Del encuentro a la soledad… para un nuevos encuentros y rencuentros…
Nacho
... Le preguntaron a los Chamanis
¿Cuando nos enfermamos?
- cuando dejaste de cantar
cuando dejaste de bailar
cuando dejaste de contar historias
cuando dejaste de sentirte comodo en el dulce espacio del silencio...
Las aguas de mi pozo
- Ivone Gebara.
«Hay personas que cruzan nuestra vida como cometas,
pero que son capaces de dejar marcas inolvidables.
No es necesariamente por la duración del encuentro
ni de un conocimiento profundo de su vida familiar
o de sus gustos personales que nos afectan,
sino el hecho que son,
sin saberlo probablemente hijas e hijos de la libertad,
hijas e hijos de una gratuidad increíble de la vida.
Tuve el privilegio de conocer algunas (...)
Existen también, situaciones que tienen poco significado a primera vista, situaciones ordinarias, comunes,
pero que se imponen como afirmación de la libertad.
Son diferentes en la historia de cada uno y de cada una
y solo son sigificativas a partir de esta historia,
las cuales no son, por otra parte, decisivas, sino en cuanto a la presencia de la libertad en las relaciones humanas.
Sin embargo,está bien partir de ellas,
porque en su simplicidad, su fugacidad es que puedo comprender
la elección de los caminos que me hicieron vivir
esa «Alguna cosa» que se llama Libertad.
Estas situaciones son, para mi y para otros,
provocadoras de una afirmación más profunda de Libertad.
Una situación, una persona, un libro,
una película, un atardecer, una música,
pueden desencadenar en nosotros una búsqueda particular de Libertad.
Todas estas experiencias escapan a los modelos prestablecidos
de análisis rigurosos que se querría imponerles.
He vivido estos momentos
como momentos de apertura, gratuidad, provocación,
gestación de nuevas formas de existencia».
( Textos que se compartió en el II Campamento teológico Laguna Merín 2013 )
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