viernes, 25 de enero de 2013

“LA ESPIRITUALIDAD VIVIDA EN EL LAGO MERÍN”


El Lago Merín es un lugar misterioso...no porque esconda algo, sino todo lo contrario: muestra la grandeza del Creador que pone cada cosa en su lugar para que sus hijos puedan disfrutar del descanso merecido: el agua, la playa, los árboles, el sol, el paisaje, las personas, la naturaleza. 
Todo en el Lago se hace accesible, posible y, como consecuencia, disfrutable. El  cansancio traído de todo el año se desvanecen al calor del sol y la frescura del aire del verano que acaricia el rostro y llena los pulmones. La clave en todo ésto es DEJARSE impresionar por la voz de Dios que habla en la naturaleza. En este marco se dió el II Encuentro Teológico en el Lago Merín, en torno a la capilla Stella Maris. La espiritualidad compartida se vio bañada por las aguas del lugar.
               El Evangelio diario iluminaba nuestro andar de cada día e iniciaba el camino para ir abriendo el corazón. Cada mañana nos encontraba el sol reunidos, a veces más a veces menos, a los acampantes alrededor del mate y la Palabra de Dios. Jesús NOS HABLA en ella y que claro nos habla cuando esa Palabra de Vida es compartida entre sus hijos. Allí nos sentamos a compartir cada uno sus experiencias, sus luchas, sus logros y fracasos, sus sueños y esperanzas. El Reino de Dios se experimenta en la voz del hermano, en las lágrimas que recorren las mejillas, en la voz del que se sabe débil y necesitado. Imagino...Jesús rodeado de sus discípulos...hombres y mujeres de todos lados buscando en él una palabra diferente, un motivo para vivir, un lugar en el mundo en donde sentirse aceptado, una razón por la cual no claudicar...
            En éstos días nos alejamos por un momento del consumismo y del materialismo que domina al común de la sociedad (y del que muchas veces nosotros también somo presos); nos alejamos del sistema capitalista que esclaviza al ser humano tornándolo un simple número más que vale según lo que consume o lo que pueda gastar. Necesitamos sentir la voz de Jesús que nos llama por nuestro nombre y nos dice: “Sígueme” (Mt 9,9) y aun más: “...vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el Cielo...” (Mc 10, 21). La dinámica del Reino es opuesta a la que el mundo actual propone: Jesús nos quiere sacar de la mentalidad de la esclavitud a un mundo posible de libertad. Jesús quiere la LIBERACIÓN integral del ser humano y por ello hay que renunciar a todo lo que nos retiene.
           Y así se fueron dando las cosas. Desde la búsqueda de la luz que ilumine nuestras tinieblas, desde el sacarnos la mochila cargada y pesada que traíamos, desde liberarnos de la red que nos retiene, escuchando la Palabra de un Dios que nos hace revalorarizar el lugar de la mujer en el mundo y quiere sanar nuestro cuerpo y nuestra alma de nuestras parálisis, fuimos vaciando nuestra vasija para que el Señor haga el milagro conscientes de que “¡ A vino nuevo, envases nuevos!” ( Mc 2,22). Desde el compartir sincero y transparente, desde los que hace tiempo no se veían y se reencontraban, desde los que recién se concocían, fuimos experimentando que venimos de distintos lugares y situaciones pero caminamos hacia le mismo lugar. El anhelo de felicidad guardado en el corazón se potencia al verse reflejado en los ojos del hermano; el consuelo buscado por mucho tiempo se sacia de las palabras y gestos concretos del AMOR FRATERNO. Dios no nos dejó igual a como llegamos.
            La mística del Reino se experimenta cuando se es capaz de aceptarse débil, limitado, pobre.

Jesús sanó a la suegra de Pedro, al leproso, al paralítico, pero todos ellos se dejaron impactar por la presencia y palabra de Jesús. En el mundo de los fuertes y poderosos muchas veces no se logra escuchar la voz del más débil, del que sufre, del excluído, del que es expropiado de su propia tierra, del que es perseguido por ser diferente, del que es asesinado sin tomar en cuenta su derecho a nacer. De nuevo la voz del Señor se escucha: “¡Felices los pobres...los que lloran...los pacientes...los que tienen hambre y sed de justicia...los compasivos...los de corazón limpio...los que trabajan por la paz...los perseguidos..!” (Mt 5,1-12) Se nos hace difícil estas palabras del Señor. Es una gran paradoja, pues ¿cómo estar felices en medio del sufrimiento injusto?
             Reconociéndonos pobres, pero a su vez felices, hemos cargado nuestras mochilas para volver a la vida diaria. Allí encontraremos a muchos que están sufriendo más que nosotros: los sin pan, los sin techo, los sin patria, los sin corazón...a ellos nos envía Jesús. Con el corazón lleno de Dios y con la esperanza de volvernos a ver pronto, los acampantes partimos con nuevas metas personales, familiares y también las comunitarias; con nuevos caminos que se abren a recorrer este hermoso mundo que Dios nos regaló. Los sueños se hacen posibles, las esperanzas en un mundo mejor y más justo para todos se acrecientan cuando aprendemos a vivir en FRATERNIDAD y en COMUNIDAD. Dos valores imprescindibles para una regenerar la humanidad.
          Nos volvimos diferentes a cuando llegamos. Cada cual a lo suyo...pero con nuevo vino: el vino que da verdadera Vida. Vino fruto del trabajo del hombre que siembra la semilla y la riega, que cuida la planta y la poda. Vino que en la Mesa nos une en una misma Sangre: la del Cuerpo Resucitado del Señor. Vino que une a hombres y mujeres de toda raza, pueblo y nación, sin hacer diferencias. Vino que nos espera y nos acepta tal y como somos. Vino...que se da, que se entrega, que se puede recibir pues se merece...vino del Reino de Dios que se vierte por los ríos de este mundo y que riega cada rincón del universo.
            Atrévete a beber de este vino...no te arrepentirás.
                                                                                 
                                                                                                                                 Diego Pereira


2 comentarios:

  1. Muy bueno Diego, de a poco te vas uniendo a este club fumanchu jaja. abrazo!

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  2. QUE BUENO DIEGO......ESTO DE TENER TANTO TEOLOGO ALREDEDOR ME PONE COMO CON GANAS DE QUE ESCRIBAN MAS Y YO APRENDER DE USTEDES CHE...!Y SE NOS PERFILA EL JUAMPI......

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