sábado, 19 de enero de 2013

TODO PASA Y TODO QUEDA




En estos días de Lago Merín, las gaviotas en la playa también eran nuestras companias. Por momentos se formaba una bandada. Integrada por pequeños grupos, por gaviotas en pareja y gaviotas solitarias. Como en danza se entrecruzaban en la arena reconociéndose y alimentándose. Cada una a su tiempo llegaba y partía. Una eran pequeñas otras de plumaje mayor. Una en sus primeros vuelos, otras con muchos cielos recorridos.
Si bien todo pasa, nuestra memoria del pensamiento y los afectos todo lo integra quedando en algún lugar de nuestro ser. Por lo tanto al observar las gaviotas, surgió mas de una ves aquel relato que tanto bien me hizo en los tiempos de locuras juveniles: El vuelo de JUAN SALVADOR GAVIOTA.

Despertó en mí el deseo de atravesar el océano, ir mas aya, porque nacimos para volar, sabiendo que la única ley verdadera es la que nos conduce a la libertad. Quizás lo más duro de los primeros vuelos fue practicar la paciencia, a la espera de la suave brisa. Los tiempos del cielo normalmente han sido tiempos diferentes a los nuestro. El estar preparado, preparándome es quizás el paso de ayer, hoy y siempre. La vida cotidiana, estemos donde, como y con quien sea es el único aeropuerto de despegue.

¡¡¡Cuanto costo desprenderme de la orilla, de alguna cosa material, como fue el trabajo, de mi barrio!!!. El vuelo es una decisión, y decidir es elegir, y elegir es desprendimiento. Dejar los seres queridos quizás es lo más difícil. Dejar lo que se ama…

¡¡¡ Cuantos chapuzones en el agua intentando volar !!!

¡¡¡ Cuantas veces fui arrastrado nuevamente a la orilla !!!. Si bien los años jóvenes favorecen el impulso, el crecimiento da más certezas.

Algunas gaviotas ya han volado en el andar de esta semana, y en grupo, en pareja o solitario. Algunas regresan a sus nidos, otras con un futuro incierto.

Va llegando la hora en que todos partiremos de este lugar. Las carpas se desarmaran, la mesa quedara sin mantel, solo el canto de los pájaros, y la danza de las hojas de eucaliptos permanecerá. Además de los Laguneros y turistas.

Sin duda que ALGO QUEDA integrado a lo que vamos siendo… Hay un deseó de volver a encontrarnos, por los medios de comunicación, en otros posibles encuentros y por supuesto el año próximo. Así como fue el campamento dónde no había una agenda pre establecida y si, se iba construyendo entre todos el día a día, también depende de nosotros los encuentros y vuelos del año…
La palabra bíblica de este fin de semana nos habla de la fiesta de boda, donde a su momento se termino el vino, y una mujer, con los sirvientes tuvieron que dar el primer paso para que Jesús hiciera el milagro de devolver la alegría a la fiesta trasformando el agua en vino. Algunos se admiraban que este último vino fue el mejor.

La fiesta del campamento se va terminando, depende de cada uno de nosotros colaborar con la construcción del Reino para que Jesús haga el milagro de rencuentros y nuevos encuentros. Sabiendo que el mejor vino, LO MEJOR EN LA VIDA ESTA POR VENIR.





Juan Salvador Gaviota



... Águila, mira al sol

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