sábado, 26 de enero de 2013

EL CRISTIANISMO ES LIBERADOR ( Domingo 27/1/13)



Una vez escuché un comentario que decía:
 “mi amiga es tan espiritual que cierra los ojos, junta las manos y se va de este mundo”. 
   Respetando las diferentes prácticas religiosas, el texto bíblico de hoy nos presenta algo central en la espiritualidad cristiana. (Lucas 4,14-21)
 
      Jesús: Hombre de Galilea, comunitario, del pueblo, misericordioso y justo.
* Si bien Jesús recorrió muchos lugares «la Galilea» fue su lugar preferido para la misión. Lugar de donde muchos se habían ido, de donde otros se querían ir, donde llegaban los no aceptados en otros lugares.

* Se integró a la comunidad de la sinagoga de ese lugar porque siempre busca lo comunitario y desde ahí vivir y desde ahí predicar la buena noticia.

* Su modo de enseñar «llegaba a la gente», tenía el vocabulario del pueblo, porque era un hombre integrado a su pueblo. Siendo lo central de su mensaje: la misericordia y la justicia de Dios.

* Era consiente de ser portador del Espíritu Santo, siendo él la fuente de su sabiduría junto a los saberes recogidos del pueblo.
La espiritualidad cristiana tiene que ser siempre una buena noticia para los pobres.
El cristiano crea lazos de amistad con los más excluidos. Sin desear tener enemigos, los enemigos aparecen, son los explotadores de los pobres, los indiferentes, la mayoría no pobre.

*El Cristianismo es liberador, escandalizante para los que se mueven entre leyes y miedos. Por lo cual crecer espiritualmente trae como consecuencia entablar relaciones de libertad y liberadoras con uno mismo, con Dios y con lo material.

* La espiritualidad cristiana ensancha y profundiza la mirada del mundo que nos rodea.

* El cristiano se va trasformando en un ser solidario, desprendido, comunitario, misericordioso, justo y verdadero. Es una gracia para muchos.

* La espiritualidad cristiana trasciende la existencia humana, pero desde el hoy, desde un nosotros se va cumpliendo el reinado de Dios.
Sólo puedo elevarme si tengo todo mi ser en la realidad donde vivo.
* Por lo tanto integrarme al cristianismo, crecer espiritualmente es abrir mis ojos a lo que soy, a la realidad en que habito. Es abrir mis manos para el encuentro con otras manos y en comunidad, aportando el granito de arena a nuestro alcance para construir un mundo mejor. El cristiano es mujer y varón encarnado. Por lo tanto el estancamiento, o la pérdida del sentido espiritual pueden venir por cerrar mis ojos y mis manos a la realidad del mundo.
La palabra bíblica es el camino, la verdad y la vida en este mundo tan diverso. Nuestro Dios en Jesucristo se hizo hombre y sigue estando ahí, por lo tanto mi modo de relación con los hombres y en particular con los más excluidos es el termómetro de mi vivencia, estancamiento o crecimiento espiritual. Por eso la humildad, la solidaridad, la amistad y el amor son expresiones centrales de un cristiano...
Nacho

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