sábado, 26 de enero de 2013

Vaciarme, entregandole todo mi espacio para que Él me habite y sea Él quien viva a través de mí...

Hola!! Ahora sí, comparto lo que escribí sobre la experiencia del Encuentro, mediante mucha oración, reflexión y alguna que otra lagrima colada jeje

Un beso grande!!!!

Rossina, la que intenta ser...

Como el bastón que sostiene el cansancio de los años y como la lluvia que nutre la semilla que se esconde en lo profundo. Parecido al cantar de un gallo, atento al primer resplandor del día, que despierta y pone en pie. Semejante al reencuentro de un niño que corre a los brazos de su madre para refugiarse en ellos y quedarse ahí, creyendo que se detiene el tiempo. Así, transformo en imágenes que ejemplifican o describen lo que viví en este Encuentro.

Sin saber del todo lo que estaba buscando, el Señor me recibió con un gran abrazo y con toda su paciencia de Padre. Día a día me fue hablando y amando a través de las personas maravillosas con las que compartí ese tiempo, a través de las situaciones que se me presentaban, de la naturaleza, la música, la respiración, la sencillez de lo cotidiano...

Cada uno se fue dando como es, sin prototipos, ni estructuras, ni tiempos, con total autenticidad y libertad. Y así nos fuimos encontrando con Cristo en el hermano, algunas veces resucitado, otras crucificado... Compartiendo también ese deseo de desvincularnos de la vida estandar que el mundo intenta vendernos, alejándonos de esa vida de orilla, para sumergirnos y empaparnos de la Vida, que no es más ni menos que Cristo, que nos invita a venderlo todo y seguirlo.

¡Que hermoso es cuando nos dejamos llevar por la corriente de Dios! Cuando nos despreocupamos de lo superficial y nos ocupamos de lo importante, que es vivir la fe, dejándonos conducir y sorprender por Dios, con la certeza de que todo lo que nos pasa colabora para el bien...
              
A pesar de mis miedos y mis dudas que por costumbre o por perseverantes no me sueltan, pude conjugar todo lo que soy: mi yo mujer, madre, esposa y amiga , así como mi relación con Dios, que aunque está también en todo lo anterior, se necesita un tiempito para estar con Él en la intimidad del corazón...

Profundamente, junto con mi esposo, queremos mostrarle a nuestro hijo, una realidad nueva, verdadera, libre de las cadenas que nos esclavizan y enferman... Al final, no tenemos mayor tesoro y herencia para él que el amor de Dios y la certeza de que vivir ese amor es posible...

De estos días que el Señor me regaló vivir, me guardo cada recuerdo en el corazón, a modo de combustible para seguir andando como un albañil más, que desea construir el Reino de Dios, como un megáfono viviente del Evangelio. Sólo le pido al Señor que me dé ser vacía, y así entregarle todo mi espacio para que me habite, y sea Él quien viva a través de mí.

2 comentarios:

  1. Hermoso Rossina la teóloga! jaja Que liiiiiindo, y que regalo de Dios para Juampi que son ustedes también, hasta Bolivia no paren, tienen que ponerse en contacto con Fabrizio y MªEugenia que han hecho mucho camino de familia allá. beso grande!

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  2. Muy bonito Rossina, también como madre me es difícil conjugar tantas cosas y hacerme de ese tiempo. A veces en lo cotidiano corremos tanto por tantas cosas y dejamos de ver ese herencia esencial que debemos dejarles a nuestros hijos. Gracias por compartirlo. Un beso.

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