miércoles, 30 de enero de 2013

Festejando los 32


 Este año mi cumpleaños fue una suma increíble de encuentros, celebraciones, muchas sorpresas, un gran banquete y despedidas que lo hicieron inolvidable. Empezó con la misa de las 11 en nuestra parroquia (San Alberto Hurtado), una misa llena de gente junto con el diácono más pequeño y el más grande de Montevideo, algo así como el alfa y el omega jaja.

Los primeros comensales al banquete fueron los que estaban en la celebración, el Espíritu sopló la invitación a todos los presentes, que si bien la comida podía no alcanzar, lo importante era el festejo en un lugar donde nadie se sintiera excluido. Nada más evangélico para este día, donde "Hoy se cumplen las escrituras", así como nos decía nuestro querido amigo Edgardo: nos urge para que pongamos en práctica aquí y ahora el banquete del Reino.

La misa finalizaba con el abrazo de paz, y con el canto de "feliz cumpleaños" mezclados, como celebrando todos juntos la vida de cada uno en la comunidad.





Después siguió el festejo en casa, El Pastito convocó a un encuentro gratuito y profundo con los familiares, vecinos y amigos queridos, de a poco iban llegando y, como siguiendo el estilo del Encuentro Teológico, todos fueron aportando para que la mesa se viera completa, juntos hicimos de esta comunidad la casa de todos.


Mateo, fiel compañero de comunidad y también de muchos cumpleaños de asador, hizo las ya tradicionales hamburguesas que desaparecieron tan rápido que casi ni se vieron jaja. Gladys y Olga, vecinas del barrio, ayudaron en la preparación.




Hubo un reencuentro especial de los que fueron al Encuentro en la Laguna, no faltaron anécdotas, bromas y reflexiones sobre lo que seguimos procesando, una soplo fresco que nos impulsa para el resto del año.



Y como para ya arrancar a pensar en el próximo encuentro, Diego, Rossina, Juan Pablo, Leo y Marta me regalaron un colchón inflable para envidia de Gonzalo jaja.

Después, cuando ya todos se habían ido, empezarían las sorpresas más inesperadas y lindas. La primera sorpresa: la visita de la familia Castaño y la hermana Leonor, amiga  y compañera de comunidad de muchos años de Orlando Yorio.

 Ese encuentro junto con el libro que ella escribió con recopilaciones de relatos de Orlando fue uno de los mejores regalos recibidos. Es increíble descubrir como el Espíritu va tejiendo los encuentros y nos sorprende con esas visitas tan inesperadas y cargadas de memorias de otras caminatas al estilo de Jesús. Personas e historias de las que aprendemos y que nos marcan para seguir en esta opción de vida. Amigos que son gran parte de lo que somos y vamos siendo.

Los saludos a la distancia, desde Chile: Milton, Fanny y Tita armaron un cartel que une los pueblos y sobre todo son nuevas huellas del camino por el Sur con Male.

Gracias a Dios las sorpresas no terminarían ahi. Al otro día el reencuentro con Edgardo, la caminata hacia la playa con el y Javier. Una playa desconocida para muchos pero que es un paraíso de arena blanca y agua cristalina, privilegio de los pobres en los márgenes de la ciudad.

La reunión de pequeña comunidad, donde además de los habituales se nos unieron Leo y Noelia, y Jorge Techera que se nos unió al final. Palabra, vivencias y cena compartida, intentos de cambiar la mirada hacia los "extranjeros" de la ciudad, de la sociedad, aquellos para los que vino el Profeta.

Al otro día charlas de sobremesa y caminatas en la playa, pisadas solitarias que se encuentran para compartir sus caminos de búsqueda. Las palabras de Nacho: "La amistad con la soledad es parte de la escucha de la suave briza, que habla en el encuentro de la vida cotidiana y se entiende a solas con uno mismo y con El..."

Al final la despedida interminable con Noelia, fue en la parada de ómnibus donde pasaron muchos bondis expresos, casi como queriendo prolongar hasta la última gota de festejo.

Sin dudas este fue uno de los cumpleaños más felices de mi vida, regalo gratuito de ese Amor infinito, vida plena que compartida, desborda.

1 comentario:

  1. ... para estar despierto y participar de los acontecimientos del Reino, tres cosas son importantes: el tiempo, el lugar y la actitud.
    Nuestro Amigo Erik ha sabido ir caminando a "su tiempo al tiempo de Dios en El" lo que ha significado encuentros y desprendimientos...
    Ha sabido estar en cada lugar buscando el lugar de hoy poniendo el asentó en la comunidad cristiana a integrar.
    Ha sabido transitar por la vida como esponja que absorbe lo bueno de su familia, de sus amigos, libros y del camino, con una actitud de humildad, alegre, positiva, servicial, comunitaria...
    El tiempo, el lugar y la actitud elegida por nuestro amigo nos ha llenado de buenos frutos, es signo del Reino, es buena noticia para los pobres... sin duda herodes estará un poco preocupado y Dios y nosotros Muy Felices.
    Lo tan deseado la amistad, el amor no se compra, es una elección de vida …
    Gracias por las fotos, por los comentarios es un modo de habernos hecho estar y disfrutar, a mi me toco bailar con tu soledad, a su tiempo te la devuelvo, ja ja es hermoso descentrarse y disfrutar de los encuentros y rencuentros de otros “que sigas siendo instrumento para que los amigos de los amigos se hagan amigos entre si, incluyendo a los excluidos…”
    Nacho

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