miércoles, 16 de enero de 2013

Encuentro Teológico Lago Merín - 4° Día

06:42 - Recibimos el día esperando el amanecer en el Lago 

Nos levantamos tempranito, antes de salir el sol, para ir a su encuentro con grandes ilusiones y esperanzas con el nacimiento de un nuevo día en nuestro primer amanecer. Cuando llegamos a la orilla del lago, esperando ver el sol asomar por el horizonte en todo su esplendor, encontramos que en realidad estaba nublado y no se iba a dar todo como habíamos esperado. Sin embargo, a medida que amanecía, nos dimos cuenta que a pesar de que no salió el sol de la forma que queríamos, nos vimos sorprendidos al descubrir que igualmente se disfrutó mucho.

Otro momento en la salida del astro rey.

Luego volvimos a dormir otro rato antes del segundo amanecer, que marcó el comienzo de las actividades.


Al igual que con el amanecer en que no salieron las cosas como se esperaban, en la mañana recibimos otra noticia que tampoco esperábamos y fue que hubo un problemita con el auto que lo dejó internado en el taller  en Río Branco y a la gente varada, pero gracias a la providencia detrás del auto venía el panadero que con su solidaridad se ofreció a remolcarlo. Uno puede elegir ante la adversidad si quedarse con las sombras de las nubes o con la luz del sol.

En el transcurso de la mañana, Raquel, Nacho y Edgardo dieron testimonio del encuentro en la radio local, Radio Río Branco, medio de información de la gente del campo. 










Cuando volvieron de Río Branco, compartimos el almuerzo y en la sobremesa definimos como todos los días el tema de la reflexión de la tarde.

Y se acercaban las ocho y vimos cómo se iban acercando de a poco los integrantes de la comunidad. Sonrisas, ganas, alguna galleta, algún chocolate o alguna otra cosita para compartir traen consigo a nuestro encuentro. 
Este día es muy especial porque se da una renovación entre los asistentes permanentes, por lo que se integraron a la reflexión del día los elementos utilizados en los días anteriores, agregándose una mochila como signo del martes. Una mochila como compañera de viaje, una mochila como compañera de Éste Viaje. En ella trajimos muchas cosas, pero más importante es lo que en ella se va. Lo que se ha ido cargando en estos días y algunos en su partida se llevan, y otros que seguirán cargando en los días venideros. Y así fue pasando esa mochila de mano en mano. Vaciándose y llenándose cada uno con sus experiencias, momentos, encuentros, vivencias. Como todos estos días el compromiso con la dinámica de la reflexión fue total, sentido y profundo. 



Luego, fue Erik quién compartió su vivencia en el Congreso de Teología Latinoamericana, haciendo Teología para todos nosotros a partir de lo compartido durante el momento de reflexión.

Niña Wipala (qué es?)

En la noche disfrutamos de una cena abundante con un lechón donado por la familia de María y arroz con leche como postre también donado por Ana de la Laguna, gestos por los que quedaremos eternamente agradecidos.


También recibimos noticias de que tenemos unido al encuentro desde Paraguay el sacerdote dehoniano Quinto Regazzoni.

Para culminar, luego de las fotos del día, vimos un video del sacerdote Orlando Yorio, de quien se vio en el correr del día que está presente aún entre nosotros por su legado en distintos miembros del grupo que en diferentes circunstancias de su vida lo conocieron y tienen por referencia.

 







No hay comentarios:

Publicar un comentario