Superó a los más optimistas, en cuanto a la participación, a la organización, al contenido, a la celebración…las vivencias. Si bien sigue siendo algo pequeño, ha ido creciendo en buen sentido. Desde ya soñamos e invitamos para el III el año próximo.
Tener suerte es prepararse dice el Maestro Tabárez.
Así lo vivimos en la previa. Desde el año anterior la pequeña comunidad de Laguneros, los veraneantes de Río Branco, Melo, Yaguarón, los 5 que acamparon el año pasado, más los Colibríes que pensaban venir fueron tejiendo el encuentro, apoyándose en los medios de comunicación y en la oración. Desde un hermoso afiche de invitación, la cortada de pasto, blanqueada, barridas, hasta el juntar las ollas y los comestibles, el buscar contenidos… prepararon el milagro que se fue dando en la semana.
El arco iris nos enseña que el encuentro de colores diferentes se trasforma en algo nuevo y maravilloso. La diversidad de culturas, de edades, de vocaciones, profesiones, religiones: Argentinas, Boliviana, Brasileras y de varios departamentos de Uruguay fue lo que hizo del encuentro una fuente de vida
La libertad para la participación, llegando cuando se podía y partiendo cuando era necesario, fue la puesta en práctica de la Teología de la liberación. Hubo un mínimo de estructura y un máximo de vida. Los medios de comunicación: El Portal del Lago, La Radio, El Blog Colibritumpa, los celulares y el Internet, permitieron estar en comunión a la distancia. Las idas y venidas se trasformaron en una danza de encuentros.
poco a poco
... las armas se tranformaran en arados
las sacristias en cocinas
los templos en dormitorios, comedores
en lugares de encuentro
liberadores
los sacerdotes en servidores
los cristianos en contructores de su reino
EL CAMPAMENTO
El dormir en carpas, o en un colchón en el suelo, cocinar una semana sólo con una garrafa de tres kilos, tener un solo baño y una sola canilla entre otras cosas nos ayudó a “vivir con muy poco” exigiendo una coordinación con los demás, provocando un continuo salir de nuestro ego en bien de: un nosotros.
Del domingo al viernes de 20 hs. a 21 y30 se daba el encuentro entre los acampantes y personas que estaban de veraneo. Un grupo más o menos de 20 a 25 personas por noche. La reflexión siempre partía desde la realidad de vida de los presentes, y con dinámicas, canto y oración, nos poníamos en comunión entre nosotros y con el Espíritu de Dios mismo. Finalizando con abrazos y alimentos compartidos.
1) Día: con el signo del agua renovamos nuestro bautismo que nos invita a acercarnos a Dios así como somos y él con su amor nos trasformará en el tiempo.
2) Día: Compartimos la realidad de nuestras vidas con velitas que se nos han apagado y otras que se han encendido. Situaciones de pérdida material, de relación y de nuevos amores y sentidos para vivir.
3) Día: con el signo de una red compartimos nuestras experiencias de liberación y los deseos de liberarnos de algo o de alguien.
4) Día: La Teología Feminista nos invitó al cuidado de nuestro cuerpo, donde reflexionamos sobre nuestro descanso, alimentación, relacionamiento. Haciendo ejercicios que hacen mucho bien a nuestro modo de respirar a la distinción de los músculos.
5) Día: La palabra bíblica que nos acompañó todo el tiempo la resaltamos como fuente del encuentro con Dios, guía para nuestro caminar.
6) Día: Pusimos sobre la mesa lo que nos paraliza, los miedos, heridas con el signo de la camilla, donde Jesús nos invita a tomar conciencia de nuestra realidad, asumirla y darle un sentido.
7) Día: El vino, nos invitó a hacer fiesta, a trabajar para que no falte la alegría, el amor en nuestro entorno sabiendo que Dios nos reserva lo mejor para el final de nuestra existencia. Lo mejor está por venir…
Como es costumbre en temporada, las misas son los sábados a las 20hs. Fueron de comienzo y final del encuentro, ambas con el templo lleno. Siendo tantos cada cual se siente parte y partícipe, de manera distendida y profunda. Un verdadero tiempo de COMUNIÓN entre diferentes. Sin duda Dios está contento…
La reflexión se hizo realidad también en lo económico. La providencia solidaridad de los laguneros, turistas y dentro del grupo acampado experimentamos lo de las primeras comunidades, la multiplicación de los panes. Pasta frola, arroz con leche, lechón, pan, galleta, dulce, frutas, bebidas, yerba, casa, auto, e incluso dinero para los gastos fueron expresiones del amor hecho carne. Incluso la última colecta de la misa final la destinamos a un nuevo aporte con los damnificados del pueblo Cubano afectados por el Huracán Sandy.
El templo fue dormitorio, comedor, sala de juegos, lugar de encuentros, de oración y de cultura.
Los visitantes se maravillaron del Lago Merín. Lugar especial para el descanso, con una naturaleza única. Lugar donde se puede crear lazos con la creación, el silencio y con los otros.
Desde el principio teníamos claro que sería construido entre todos el campamento. Creo que de ahí parte la profunda alegría: que todos sentimos que aportamos lo mejor de nosotros mismos. Cada cual brilló en lo suyo, en la preparación previa, la cocina, la limpieza, la música, la reflexión, la coordinación, en el fogón, en la oración…
Hubo reencuentros y profundización en la amistad, pero también sorprendentes nuevos encuentros, todos apuntando a la hermandad. Los amigos de los amigos se hacen amigos entre sí. Sabiendo que lo Mejor está por venir…
Juan y Nacho
Ver colibritumpa.blogspot.com
www.lagomerin.com.uy
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